Cinco cosas que pasan cuando no hay fútbol en el Mundial
El clima de la Copa del Mundo ha reducido mucho sus niveles de euforia. La playa de Copacabana en Río de Janeiro se convierte en el centro de las actividades no-mundialistas.
Para los que esperábamos aquí una pelota rodando en cada calle y en cada minuto, la realidad nos quiso dar la contra. Brasil es el país del fútbol pero la locura mundialista solo estalla en días de partidos, dentro y en los alrededores de los estadios. La fiesta urbana solo duró en los primeros días (sobre todo porque había muchos turistas sudamericanos). Hoy, con cuatro equipos aún vivos en el Mundial, es posible tener un día muerto.
Río de Janeiro es una de las capitales de esta Copa del Mundo. Su estadio, el mítico Maracaná, recibirá este domingo a la gran final. Aquí solo se vive la fiebre en dos momentos: cuando hay partidos o cuando abre el Fan Fest de la FIFA (también cuando hay fechas con encuentros programados). ¿Qué pasa en los días sin fútbol? Aquí algunas situaciones típicas que hemos vivido en Río cuando la pelota se detiene.
1. El fútbol se traslada a las playas. Los fanáticos de diferentes países se retan y se juegan una “pichanga” interminable. Algunos, incluso, saltan a la arena con la camiseta de su selección. Hasta hace una semana las canchas estaban llenas, ahora siempre hay espacio para darle un poco al balón.
2. Las protestas de siempre. Un día sin fútbol es propicio para que la atención sea trasladada a las manifestaciones en contra de la Copa del Mundo. La mayoría pide lo mismo: más dinero para salud y educación. Aquí las fotos con unos maniquíes que tenían los ojos vendados. El eslogan fue: “Dejemos de hacernos los ciegos”. Pacífico pero impactante.
3. Deportistas a tiempo completo. Una de las calles más recorridas en Río de Janeiro es la avenida Atlántica. Esta rodea la playa de Copacabana, y en un domingo sin fútbol se convierte en el centro preferido para quienes practican footing, ciclismo y otros deportes.
4. Música brasileña y de otros países también. Como este Mundial ha sido muy sudamericano, los locales han modificado su oferta artística. No solo tenemos a los grupos de samba (en la foto) sino también a rockeros latinos que han hecho la fiesta a tiempo completo.
5. Operativos policiales. Un día sin fútbol también puede servir para que la policía tenga más tiempo y, así, pueda detener a los más buscados hoy en Brasil: a los revendedores de entradas. Hace poco hubo un operativo en el Copacabana Palace. Se vienen cosas fuertes aún en este Mundial.