¿Cómo viajaremos los peruanos después del COVID-19?
Si todo sale como lo planea el Grupo de Trabajo Multisectorial para la reanudación de las actividades económicas, en julio retomaríamos los viajes. Así que la pregunta del millón es: ¿cómo viajaremos después del COVID-19?
Julissa Ferro, gerente de Operaciones de Cruz del Sur, estima que los viajes se van a reactivar de manera progresiva este año, pero no al 100 %: “Entre junio y julio calculamos operar al 20 % de nuestra capacidad. En agosto podría subir al 40 % y para diciembre alcanzaríamos un 60 %”.
El temor y la incertidumbre tardarán en irse y frenarán el ímpetu con el que se desarrollaba el turismo antes de la pandemia. Según Analiz Tarazona, gerente general de la agencia Kaori Adventures, “la mayoría de turistas no va a querer viajar y, los pocos que se animen, van a exigir total seguridad en lo referido a la higiene y su salud”.
Por eso los protocolos de desinfección y las tecnologías que prometan reducir el riesgo de los viajeros a contraer el COVID-19 serán bienvenidos a bordo.
Nuevas reglas
Mascarillas, guantes y alcohol en gel viajarán siempre con nosotros. El seguro de viajes del que muchos prescindíamos antes del COVID-19 será también indispensable. No nos arriesgaremos a enfermar lejos de casa sin tener una cobertura de atención.
Quienes perdimos dinero al comprar pasajes aéreos que no usamos por la pandemia y que tampoco pudimos postergar, buscaremos mayor flexibilidad. Eso lo saben las aerolíneas, que ofrecen boletos a precios tentadores y con la opción de cambio de vuelos sin penalidad.
Viajes de naturaleza
“Pienso que quienes viajen buscarán contratar servicios privados y experiencias al aire libre”, asegura Tarazona, que ve en el turismo vivencial una excelente alternativa para los viajes después del COVID-19.
Los destinos más demandados serán los de naturaleza. Viajaremos en auto propio y buscaremos planes más económicos que antes. Será el momento de los emprendimientos locales, los departamentos turísticos en renta, así como las opciones que nos alejen de multitudes y nos hagan olvidar el encierro.
Listos para el despegue
Rocío Espinoza, gerente de Comunicación Corporativa de Lima Airport Partners, informa que el uso de mascarillas será obligatorio para los pasajeros, los proveedores, los trabajadores y toda persona que ingresará al aeropuerto.
Además, controlarán la temperatura de los usuarios del aeropuerto e implementarán medidas de distanciamiento social “en todos los procesos que generen colas. Incluso, para acceder a los servicios higiénicos y ascensores”, precisa Espinoza.
¡A cuidar nuestras pertenencias! Espinoza advierte que la oficina de hallazgos del aeropuerto no estará habilitada: “Todo objeto encontrado será desechado por riesgo de contaminación”.
En el avión
Preparémonos para hacer nuestro check in y llenar formularios por internet. También para viajar con mascarilla, respetar la distancia social (1,5 metros) desde el proceso de embarque y pagar las compras a bordo solo con tarjeta.
Algunas aerolíneas apuestan por el bloqueo de los asientos intermedios y la reducción del número de pasajeros en los aviones. Sin embargo, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) se opone a estas medidas porque elevarían excesivamente la tarifa de los pasajes.
Una alternativa interesante es la del fabricante italiano de asientos de avión, Avio Interiors, que propone colocar el asiento central volteado o acondicionar una barrera transparente adherida a cada ubicación como medida preventiva. Cabe indicar que la segunda opción es más económica y rápida de implementar.
La desinfección de unidades e infraestructura aérea será permanente. Viva Air realizará la limpieza profunda de sus aviones cada 15 días, así como la desinfección constante de mesas, apoyabrazos, baños y cabinas de mando. Además, suspenderá su revista física y establecerá la entrega de equipaje segregado.
JetSMART sigue operando rutas domésticas en Chile. A causa del COVID-19, sus pasajeros llenan una declaración jurada indicando que no están contagiados y que no han tenido contacto con algún caso confirmado.
Sus aviones, Airbus 320, tienen un sistema de aire acondicionado que renueva el aire cada 3 minutos. Parte de este se evacúa a través de una válvula de sistema de presurización del avión y la restante entra al sistema de recirculación, en donde pasa por filtros HEPA que capturan un 99,9 % de los virus y bacterias.
Además, las naves de JetSMART se esterilizan después de cada vuelo y por la noche se les da una rigurosa desinfección con amonio cuaternario, que según la Agencia de Protección Ambiental de los EEUU es uno de los más efectivos para combatir al SARS-CoV-2.
En el bus
Los viajes se realizarán con la mitad de los pasajeros por bus. Aunque eso signifique un incremento de hasta 50 % en las tarifas de los pasajes terrestres. Usaremos mascarillas, mantendremos el distanciamiento en las terminales y abordaremos con las manos y zapatos desinfectados.
“Recibiremos a los pasajeros 30 minutos antes del viaje para controlar el aforo. Se les tomará la temperatura y no se les permitirá embarcar si tienen 37,5 ºC o más. Se desinfectará los zapatos con pediluvios y el equipaje con hipoclorito de sodio”, detalla Julissa Ferro, gerente de operaciones de Cruz del Sur.
Los buses de esta empresa serán desinfectados con amonio cuaternario, antes de partir y al llegar al destino. Se tomarán pruebas rápidas a los conductores y al personal que estará provisto de mascarillas, guantes y alcohol en gel.
Por su parte, la empresa de transportes Civa desinfectará sus unidades y terminales con un sistema de radiación UV-C desarrollado por el equipo de operaciones de la empresa.
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Foto destacada: Agencia Andina