Cuando el respeto es la clave del éxito
Cada edición de Great Place to Work miramos con sonrisas la lista de las empresas reconocidas como los mejores lugares para trabajar en nuestro país. Y lo hacemos así ya que conocemos muy de cerca las prácticas de respeto para con su gente de casi todas de ellas (de 19 de las top 20 del año pasado por ejemplo), lo que hace que trabajar con ellas sea además un honor y ¡un placer!
Estas empresas actúan con consecuencia con sus valores. Respetan y valoran a sus empleados y eso lo muestran en cada acción, cada proceso y en cada práctica de RRHH a todo nivel en la organización.
Son empresas socialmente responsables que basan su estrategia de negocio en el respeto con el que tratan a cada grupo de interés con el que interactúan. Así como respetan a sus trabajadores, respetan a sus clientes, a sus proveedores, a sus accionistas, a las comunidades con las que interactúan, al medio ambiente y a la legalidad. Son además empresas reputadas por ser reconocidas como buenas ciudadanas corporativas que ofrecen y cumplen con darle calidad de vida profesional a sus empleados de todo nivel (incluso para con aquellos que deben dejar sus organizaciones, como sabemos nosotros muy bien en LHH DBM Perú…).
Quizá algo importante que diferencia a estas empresas es que reconocen y valoran la importancia de tener un termómetro serio que les permite saber cómo se siente su gente año tras año. Y que la data real que obtienen de esas mediciones de clima -dicho por los propios empleados, no por percepciones de terceros o ajenos – la usan para ajustar sus distintas estrategias y prácticas de respeto en el negocio.
Y eso se ve reflejado también en los resultados que obtienen: es solo cuestión de mirar quiénes son grandes lugares para trabajar y mirar sus indicadores de crecimiento y de participación de mercado para darse cuenta que las empresas que respetan a su gente y cuidan su clima laboral ¡son las exitosas ganadoras en casi todos los sectores en los que participan!
Por otro lado, hoy que tanto se habla de la escasez de talentos y de la dificultad para motivar y retener a los mejores ante un mercado cambiante y muy exigido, el ser reconocido como un gran lugar para trabajar en base a la satisfacción de tus propios trabajadores es una ventaja competitiva importante.
Los talentos buscan asociar sus marcas personales a las de empresas con excelentes reputaciones corporativas, que valoran a las personas y que las tratan con respeto integral. Ser una empresa reconocida por Great Place to Work como un buen lugar para trabajar es hoy uno de los factores claves en los que se fijan los talentos a la hora de decidir dónde trabajar o qué oferta aceptar.
Y es que una cultura de respeto hacia los demás es una de las características fundamentales que distingue a las organzaciones líderes. De la misma manera, el clima laboral de una organización es el fiel reflejo del real respeto que tienen los directivos por sus empleados. Ese respeto se traduce en confianza y en condiciones de trabajo dignas, trato amable para todos por igual, transparencia en la información, cumplimiento de acuerdos, salarios justos e inversión en desarrollo y capacitación entre muchos otros factores que manifiestan el buen comportamiento corporativo.
Por eso es que mediciones de clima formales que expresan la satisfacción de los empleados – indicador importante que define lo que realmente eres como organización versus solamente lo que aparentas ser – permiten conocer la verdadera dimensión y la profundidad de la cultura de respeto y de la reputación de las empresas. Y como mencioné antes, se sustenta en la coherencia real entre los valores que las empresas publican – o sus directivos predican – y cómo en efecto los llevan a la práctica en el día a día por cada miembro que forma parte de ella.
El respeto como valor fundamental en una cultura organizacional, es la muestra más consistente de su desarrollo, liderazgo y evolución. ¡Y crea el ambiente donde todos queremos trabajar!