Perfiles vs. transformación
Transformar nuestro perfil profesional a las necesidades del mercado es una labor constante y obligada.
Mario, -no es su nombre real- tenía más de 26 años de experiencia en el sector bancario cuando hace unos meses lo desvincularon de su trabajo. Después de 10 años trabajando en esa empresa, sólo le comunicaron que su desvinculación se debió a un cambio de perfiles. Pero fue recién al momento de salida que por primera vez en su carrera se detuvo a pensar seriamente en su perfil profesional.
Estando sin trabajo y con poca demanda por sus servicios en el mercado laboral, tomó conciencia que su nivel de empleabilidad era en verdad bajo, básicamente porque nunca se había preocupado
de hacerse cargo de su desarrollo y vigencia.
Ahora Mario está focalizado en definir qué aspectos de su perfil profesional debe mejorar, cuáles son las habilidades necesarias y valoradas del sector bancario, -que es al que quiere volver- y cuáles de ellas le faltan. Está mirando desde otra perspectiva, la de su propio nivel de empleabilidad, lo que tiene que hacer en adelante para mantenerse relevante, vigente y siempre actualizado.
No quiere que le vuelva a pasar lo mismo.
El punto para resaltar es que un buen porcentaje de las personas que enfrentan situaciones de desvinculación como las de Mario, realmente no esperaban que eso les pase. Muchos admiten que sí sabían que el mundo laboral actual está muy movido sobre todo por los cambios tecnológicos que exigen más que nunca una transformación constante, pero preferían no pensar en que nada “ malo” les podía pasar. Y no hicieron nada al respecto.
Vemos también esa actitud riesgosa entre quienes llevan muchos años en una misma empresa. Consideran que los muchos años de lealtad y dedicación a una misma organización los vuelve inmunes a estos cambios o las desvinculaciones.
Así, muchos prefieren esconder la cabeza en la arena y no hacer un plan de desarrollo personal para elevar su nivel de empleabilidad, por su cuenta y bajo su responsabilidad. Y no ven -o no quieren ver- que las empresas viven sujetas a cambios permanentes, que cambia la cultura de la empresa, que cambian los líderes, los dueños, los productos, el mercado, la competencia, los perfiles, todo cambia. Como sabemos, las empresas se fusionan, son adquiridas por otras, son reestructuradas y reorganizadas permanentemente en búsqueda de mayor eficiencia, competitividad y rentabilidad.
Nos toca vivir pensando en transformarnos, en estar muy atentos a buscar revolucionar nuestra mente constantemente. En aprender a aprender más rápido. A salir de los paradigmas que nos gobiernan y a observarlos con ecuanimidad y evaluar si siguen vigentes o estamos atrasados.
No esperemos a que nos desvinculen para recién evaluar nuestro perfil y el mercado laboral. La actitud de aprender, tomar rápida acción y transformarnos sí o sí es central para lograr la ansiada vigencia y relevancia.
*Publicado en revista Aptitus, el 08/11/2019