Feria del Señor de los Milagros: los escapularios deberían recobrar su antiguo prestigio
El de oro lo obtuvo Andrés Roca Rey; el de plata, al mejor toro, se declaró desierto.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Se otorgó el escapulario a Andrés Roca Rey, sin que haya un acta que lo sustente. Muchos aficionados, en redes sociales y directamente, manifestaron su desacuerdo; creen que lo merecía Joaquín Galdós.
El jurado tiene 17 miembros. El alcalde del Rímac lo preside y nueve los elige, a dedo, él mismo (10 de 17, el 59%); tres son regidoras del distrito (¿saben algo de toros?) y seis, personas muy respetables, pero ¿cuánto saben del tema? Los otros siete, una representante de las peñas taurinas y seis abonados. ¿Por qué no limitar el jurado a esos siete aficionados y punto? Vea la composición detallada del jurado:
No importa quién lo gane; si es un peruano, disputándolo con otro peruano, mejor; pues no había sucedido antes. Lo importante es que el trofeo emblemático de la feria no se desprestigie aun más. De seguir así, no tendrá ningún valor en el mundo taurino. Su creciente desprestigio se debe a la improcedente participación mayoritaria del alcalde del Rímac, Enrique Peramás, en el jurado y a la inexplicable y necia pretensión de otorgarlo, corriendo, a empujones y sin posibilidad de análisis, en 45 minutos, al culminar la última corrida.
¿Qué mueve al alcalde para influir así en el escapulario? ¿Por qué otorgarlo con esa premura –como si Acho fuese plaza de pueblo− al terminar el último festejo, para poder entregarlo esa misma noche? ¿Por qué no darle una semana al jurado para ver detenidamente los videos de las faenas y no estar influenciados por lo visto solo una hora antes? ¿Por qué no juzgar con calma, motivar la decisión y publicar un acta fundamentada? ¿Qué intereses se mueven tras esas prisas y la elección arbitraria del jurado?
Allí donde el alcalde Peramás ha intervenido, la tauromaquia limeña se ha perjudicado. No debe inmiscuirse más en lo que no conoce y no le compete, más allá de lo meramente administrativo.