Alan Wake
Se empezó a hablar de este juego antes de que el Xbox 360 saliera al mercado, en el E3 del 2005. Sin embargo, recién la semana pasada salió a la venta y por fin terminó la espera. ¿Valió la pena?
La historia del título nos pone en el lugar de Alan Wake, un famoso escritor de novelas de terror (al más puro estilo de Stephen King) que está pasando por un vacío creativo. Por ello, decide darse un descanso y viaja con su esposa Alice a Bright Falls, un pequeño poblado en el bosque donde planea olvidarse de la obligación de escribir y de las constantes llamadas de su agente. Sin embargo, las pesadillas de Alan y los extraños sucesos paranormales que ocurrirán en la localidad harán que el placentero viaje se convierta en una verdadera historia de terror.
UN ESTILO DISTINTO
Alan Wake es un juego con varios aciertos. En primer lugar, el formato. Así, lo primero que notaremos al iniciar el juego es que estamos ante una historia contada de una manera similar a la de las series norteamericanas de la actualidad. Lost, Heroes o Flash Forward fueron las series que venían a mi mente mientras avanzaba en el juego. Y es que su estructura está dada por capítulos que tienen una introducción y un final al mismo estilo que estas producciones televisivas. Además, la narración, los planos y la ambientación, marcan distancias con otros juegos del género survival horror y tratan de compararse más a los de Hollywood.
Otro acierto está en el diseño de los personajes. Tanto Alan, como el resto que iremos encontrando en la aventura resultan interesantes en sí mismos. Uno puede quedarse enganchado en la conversación solo para conocer un poco más de la persona con la que está hablando, y lo más importante, resultan creíbles. Así tenemos a Alice, quien trata de inducir a Alan para que vuelva a escribir, o a Barry, el agente de Alan, que nos acompañará en distintos pasajes del juego. También se puede hablar del excelente acabado visual, con animaciones bastante reales y un framerate constante durante toda la aventura; o del apartado musical, con una actuación de voz notable, en especial a la hora de narrar la historia mientras avanzamos.
HISTORIA CONOCIDA
Sin embargo, Alan Wake también comete algunos errores, originados quizás por su ambición. El juego aspira a ser un story driven game, en el que la historia asume el rol protagónico. No obstante, estamos ante una historia sosa, en donde los giros son predecibles y en la que su desarrollo termina siendo más largo de lo que debería ser. En más de una ocasión renegué al darme cuenta que el juego me había engañado y no había llegado a mi objetivo, sino que “algo extraño había pasado” y debía continuar avanzando entre los matorrales, unos quince minutos más.
Otro tema que es importante detallar es el del sistema de juego. En Alan Wake (casi siempre) tendremos a nuestra disposición una linterna y algún tipo de arma. La primera, sirve para repeler en cierta medida a nuestros enemigos y al mismo tiempo, disminuir sus defensas. Las armas, para darle el golpe final. El catálogo no es muy extenso, aunque dependiendo del arma podremos obtener algunas mejoras durante el juego. Las peleas entonces se convierten en tener que apuntar con la linterna a un enemigo por un determinado tiempo y luego dispararle sin piedad (o hasta que se agoten las balas). Es interesante el uso que se le da a la linterna, pues muchas veces el juego nos pondrá en aprietos al tener que decidir nuestra estrategia para el enfrentamiento. Sin embargo, poco a poco termina siendo repetitivo, al carecer de variedad en los tipos de enemigos que enfrentaremos.
CONCLUSIÓN
Para terminar, debo decir que Alan Wake terminó decepcionándome un poco, luego de tantos años de espera. Si bien la apuesta por el formato fue buena (así como otros detalles en la forma), el contenido y la falta de sorpresas hacen que no termine en convertirse en el gran juego que pudo ser.
Les dejo el tráiler del juego.