Las consolas portátiles
Los años han pasado y atrás han quedado el Game Boy y sus otras versiones de gráficos modestos, los simples juegos de los celulares y las primeras versiones de Pokemon. Ahora, un lanzamiento para el Nintendo DS es tan esperado como uno para el Nintendo Wii. ¿Tiene sentido para un gamer continuar dándole la espalda a las consolas portátiles?
Ayer estuve en una reunión gamer. En ella me reencontré con Street Fighter II HD gracias a las patadas voladoras de Fei Long, incluso tras no poder vencer en toda la noche a un Zangief con asteroides. También comprobé que mis años de experiencia como pianista no sirven de mucho en el Pro Mode del teclado de Rock Band 3. Pero lo que motiva este post no es la reunión en sí, sino una pregunta que me hicieron en ella: ¿Tú también tienes un PSP?
Solo tengo una consola portátil y no es un PSP. Es un DS. El DS simple. Bueno, quizás pueda decir que tengo dos si cuento el iPhone jailbreakeado que me compré hace más de un año, pero que al que dejé de agregarle aplicaciones hace un buen tiempo por temor a las actualizaciones y la falta de tiempo. El DS tampoco lo utilizo tanto. En estos días en los que casi todas mis actividades diarias las realizo en un cuadrante de 500 metros cuadrados, ya no hay esperas en los micros, ni colas en las cuales pueda sacar la consola portátil y ponerme a jugar algo fuera de mi casa. Mi tiempo para jugar se lo llevan por completo mi PC, mi Xbox 360 y mi Playstation 3. Con todo esto, y añadiéndole todo el hype que se ha creado en estas semanas alrededor de las consolas portátiles me pregunto: ¿me estaré perdiendo de algo?
Actualmente, existen versiones exclusivas para consolas portátiles de series como God of War, Metal Gear Solid o Zelda, entre otras. Para un verdadero fanático, esto es más que suficiente para tener una de estas consolas y conocer las nuevas aventuras de sus personajes favoritos. En el DS y el PSP se han creado y desarrollado nuevos géneros, representados con juegos como los del profesor Layton, Nintendogs o Brain Age. Además, el 3DS y el NGP prometen agregar nuevas características.
El Nintendo 3DS ofrece lo que ningún otro sistema tecnológico ofrece actualmente: 3D sin gafas. Según la explicación de este artículo de The Economist, el efecto se consigue al tener una barrera que dirige dos imágenes ligeramente distintas a cada ojo. Sin embargo, la principal restricción de este método es que la pantalla se debe encontrar a 30 centímetros de la cara del jugador, haciendo imposible el juego para dos personas en simultáneo.
El NGP, por otro lado, gracias a su potencia gráfica comparable a la del Playstation 3, abre la posibilidad del juego en la nube, o cloud gaming, tal como lo sugirió días atrás el mismo Hideo Kojima. Es decir, que podremos empezar una aventura de Uncharted en el Playstation 3 de nuestra casa, continuarla desde donde nos quedamos en la sala de espera del médico, y retomarla por la noche nuevamente en casa.
De esta manera vemos que los mejores juegos ya no se encuentran únicamente en las consolas de la sala. Es más, quizás llegue el día en que al igual que lo que está sucediendo poco a poco con las desktops y las laptops, no podamos concebir una consola que no podamos llevárnosla consigo a todas partes para continuar nuestras aventuras.