Universitario: Troglio trae una nueva esperanza
Ganar. Golear. Y en un clásico. El sueño del hincha cumplido. Para volver, Universitario urgía de un triunfo así. Pero no era lo único que necesitaba.
A la crema le faltaba una idea. Y la tuvo. No es vistosa ni efectista, tampoco muy sofisticada. Es simple: recuperar la pelota lo más rápido posible y atacar con la misma velocidad. El mediocampo es un área de tránsito al momento del ataque, no hay mucho espacio ni tiempo para la elaboración. Y sin la pelota es la zona de atraque, de quite, de anticipo. Los equipos peruanos sufren cuando los presionan, sus jugadores tienden a trasladar mucho la pelota y carecen de técnica para soltar el pase preciso con rapidez. Ocurre con nuestros clubes cuando juegan en el exterior (el último en sufrirlo fue Melgar) o cuando lo hace la selección.
¿Qué se necesita para presionar y jugar? Lectura táctica, visión del juego y un estado físico envidiable. La noche del sábado la ‘U’ corrió como pocas veces lo ha hecho, con algunos altibajos (al inicio del segundo tiempo bajó la velocidad), pero presionó hasta el minuto 90. El desconcierto de Alianza era tal que sus jugadores optaron por el juego brusco en más de una ocasión. Al quedar tapados Cruzado, Cachito y Aguiar, Pajoy deambuló en la cancha como un alma en pena, a la espera de un pasecito que nunca llegó.
He aquí el mérito de Troglio. La ‘U’ de Chale (o de Carranza… o de Paolo… o de Cantoro) era un equipo sin alma, desorientado, que no sabía a qué jugaba. En tres semanas, con jugadores que no ha elegido, el argentino construyó un derrotero, una senda que los jugadores pueden reconocer y seguir.
Eso fue lo que vimos el sábado. ¿Pero no será apenas un hipo, una actuación sobresaliente propia de un clásico? Porque los partidos contra Alianza siempre son distintos y los jugadores suelen cumplir actuaciones que escapan al promedio.
Páucar estuvo muy atento para el quite, Quintero hizo diferencias con su velocidad y empuje. Y el Mudo, con su personalidad, anticipo y lectura del juego, confirmó por qué es el mejor zaguero peruano en estos momentos.
¿Pero acaso es la primera vez que vemos a Alexi Gómez en un nivel superlativo?
Aunque salió como nominal volante por izquierda, tuvo libertad para moverse por todo el frente en tres cuartos de cancha. Se tuvo confianza, y pese a que erró el último pase en un par de contragolpes, fue el eje de un ataque que tuvo más vértigo que elaboración.
¿Repetirá esta estupenda actuación la próxima fecha o volverá a ser el atolondrado jugador de siempre?
El reto es sostener. Que el equipo gane regularidad y no decaiga en función del prestigio del rival que tenga enfrente. Solo en función de ello podremos establecer el valor de la mano de Troglio. Por ahora, el arranque ha sido estupendo, pero aún sabe a poco.
Que esto sea solo el comienzo.