La delicada decisión de cambiar tu televisor
Que levante la mano aquel que esta semana respiró aliviado al ver en su cuenta de haberes el depósito de su gratificación. Que levante la mano quien, en unas horas, espera verse satisfecho, sonriendo al ver en el medio de su sala o en la pared de su cuarto el televisor nuevo con el que reemplazará aquel aparato viejo, grande y pesado que lo ha acompañado por tantos años. Que levante la mano quien tenga la plena certeza de cuál es el aparato que más le conviene, en cuanto al provecho que le pueda sacar, la tecnología que le pueda ofrecer y el precio que tenga que pagar. Si no ha levantado la mano ante este último llamado, le recomiendo terminar de leer esta nota.
CAMBIO NECESARIO
Si usted es de los pocos que aún conservan en buen estado aquel televisor que compró hace 10 o 15 años, lo felicito. Sin embargo, son muchas las razones por las que un cambio sería recomendable.
“Los LCD, LED y plasma consumen menos energía y ocupan menos espacio que los televisores de antes”, opina José Ortega, gerente comercial de Sony Perú.
“Por su calidad de imagen y sonido, además, los televisores modernos tienen una mayor resolución que permiten una calidad de imagen superior”, señaló a El Comercio un representante de LG Perú.
“Ahora tienen funciones inteligentes, que convierten al televisor en una plataforma que permite navegar por Internet, conectarse a sus redes sociales, etc. llevando a otro nivel la experiencia del usuario”, indica Fabio Váscones, gerente de producto de Electrónica de Consumo de Samsung.
“Finalmente, está el tema del diseño. La posibilidad de colgarlo en la pared y que el televisor sea parte de la decoración de un ambiente ahora es un punto a tomar en cuenta”, afirma Alonso Mendoza, gerente regional de Producto de AOC.
Entonces, no es necesariamente un capricho sino lo que podríamos considerar como una real renovación tecnológica.
No obstante, para determinar qué tipo de televisor es el que se amolda a sus necesidades, primero tendrá que definir cuáles son estas. Es decir, hacer una lista de todo lo relacionado con el nuevo aparato: ¿cuál será el uso principal que se le dará?, ¿será para ver la señal de los canales o para ver películas?, ¿lo usará con la señal de cable tradicional o con decodificador?, ¿le conectará un ‘deco’ digital simple o uno en HD?, ¿le conectará un reproductor de DVD o uno de Blu-ray? y ¿quién o quiénes lo usarán? Una vez que tenga definido ese panorama es momento para pensar en los cuatro pilares fundamentales para tomar una decisión adecuada: el tamaño, el precio, la tecnología y las conexiones.
No obstante, siempre quedará una pregunta en el aire: ¿plasma, LCD o LED? Nuestras fuentes consultadas coinciden en señalar que todo depende del uso que se le dará al televisor. Los plasma brindan un tamaño grande a menor precio; los LCD son la opción adecuada para los que recién harán su cambio de un CRT a un equipo de panel plano; y los LED ofrecen menor peso, mejor consumo de energía y mejor calidad de imagen.
UNO POR UNO
No cabe duda que todos soñamos con tener una especie de cine en casa (o en la habitación), por lo que siempre buscamos una pantalla grande. Pero hay que tener cuidado en ese aspecto, pues las dimensiones de la pantalla deben ser las necesarias para no causar incomodidades. Un truco: convierta en centímetros la diagonal entre los ángulos de la pantalla; la distancia perfecta para disfrutar de su televisor debe ser tres veces ese número.
Con respecto a la tecnología ¿hay mucho lío si es que no es HD o full HD? Esto depende también del uso. HD significa alta definición. En estos momentos, la señal de HD la encontramos en videojuegos de última generación, canales de cable/satélite en HD (con el decodificador y paquete adecuados), en películas en formato Blue-ray y en algunos programas que los canales de señal abierta ya están transmitiendo en sus versiones digitales. El Full HD brindará mayor resolución e imágenes más reales.
Y esto se relaciona estrechamente con otro aspecto por considerar: las conexiones. ¿Debe tener una o cuatro entradas HDMI (especiales para la transmisión de audio y video en alta definición)? ¿Debe tener Wi Fi? Eso y más. La razón es simple: el televisor dejó de ser la caja boba y ahora es un centro de entretenimiento.
Este aparato ahora es capaz de interactuar con sus demás equipos (desde una computadora hasta con su cámara de fotos o videos, pasando por la posibilidad de conectarse a Internet ). Mientras más posibilidades para conexiones alámbricas e inalámbricas tenga su televisor, más posibilidades de compartir información entre dispositivos tendrá.
El aspecto final es el precio. Hace cinco años comprar un LCD era un lujo; hoy ya no lo es. Incluso, ahora se encuentran precios más bajos en comparación al año pasado. No obstante, sigue siendo una inversión importante. Piénselo bien y recuerde que nunca está de más comprar alguna garantía extendida.
PARA RECORDAR
Pasos a seguir en la tienda
- Cuando vaya a comprar su televisor pídale al vendedor que le pruebe el aparato con todos los tipos de señal con los que usted cuente en su casa: cable o satélite, DVD o Blue ray y/o videojuegos.
- En las tiendas, los televisores en muestra suelen estar ajustados para verse mejor con la iluminación del local. Exija reacomodar esos parámetros a su gusto.
- Todos tenemos nuestra marca preferida, sin embargo no descarte las otras opciones. Lo importante es que usted se sienta cómodo y contento con el televisor que elija.
Los televisores 3D están cada vez más cerca
La llegada de la tercera dimensión fue anunciada entre bombos y platillos en la Feria de Electrónica de Consumo (CES) del 2010, aprovechando el Mundial de Fútbol de Sudáfrica.
Pese a los esfuerzos de la industria por convencer a los usuarios de que esta tecnología estaría pronto en su casa, el escaso contenido y los altísimos precios hicieron que esta movida pareciera un disparo al vacío.
Sin embargo, ha sido en este año cuando el tema ha madurado. Ante la falta de contenido comercial, la estrategia de los fabricantes se centró en vender nuevos productos que le permitieran al usuario crear su propio material en 3D. Esto, sumado a estrategias de empresas como LG –que apostaron por una tecnología que no había sido adoptada por la mayoría de fabricantes–, ha hecho que los televisores con función de tercera dimensión estén cada vez más cerca de los hogares.
¿Si compro un televisor 3D todo lo veré en ese formato? No. El 3D es solo una función más de su televisor, como lo es la opción de poner subtítulos. Usted la activará cuando desee. Una de las ventajas que se le puede sacar a esta tecnología es que los televisores que la tienen cuentan con la opción de ‘upscaling’, es decir, convertir una película de 2D a 3D. En películas animadas el resultado es asombroso.
Además, hoy la función 3D no es exclusividad de los televisores de más de 50 pulgadas. Ya se comercializan versiones de 32 pulgadas en adelante. Y lo que es más importante: muchos de los precios son más bajos que el año anterior.
El 3D no es una obligación, pero sí una alternativa por considerar si tiene pequeños en la casa o si es un aficionado al cine y quiere trasladar las sensaciones que brinda hoy la pantalla plateada a la pantalla plana en el lugar más acogedor de su casa.