Vendedoras incansables en Japón
Bebidas de todo tipo, paraguas, camisas, arroz en bolsas de 5 o 10 kilos, flores, pilas, preservativos, revistas, cámaras fotográficas, cigarrillos, reproductores de música mp3, juguetes sexuales, ropa interior, sopas instantáneas con agua caliente incluida, frutas y últimamente hasta oro en barras o monedas. En Japón no existe prácticamente ningún producto que no se venda en las 6,5 millones de máquinas diseminadas en todo el país, y que se pueden encontrar en calles, supermercados, autopistas, hospitales, templos e incluso en la cima del monte Fuji, uno de los símbolos de esta nación. Si quieres saber más sobre este interesante tema, sigue leyendo esta nota de Mario Castro Ganoza, corresponsal en Japón.
Conocidas como ‘jidohanbaiki’ en el idioma local, las máquinas expendedoras no solo trabajan las 24 horas del día facilitando el gran consumismo que caracteriza a la tercera economía del planeta, sino que evitan gastos en personal en un país donde la mano de obra sigue disminuyendo mientras la cantidad de jubilados no deja de crecer.
Diseñadas siguiendo normas medioambientales para el ahorro de energía eléctrica y el reciclaje, estos ingenios computarizados han llegado al límite de poder reconocer si el comprador que tienen al frente es hombre o mujer, adulto o niño y a partir de ello recomendarle una determinada gama de bebidas que se pueden escoger en un pantalla táctil, lo que las convierte en las primeras expendedoras interactivas del planeta.
Sin embargo, el valor agregado que las empresas fabricantes les añaden a sus ingenios en la eterna lucha por ganar clientes no tiene límites, ya que muchas de ellas incluyen juegos de lotería cuyo premio es una bebida gratis; videos musicales o pequeños cortos animados para que el cliente se distraiga mientras consume su bebida; sistemas para donar fondos a causas benéficas; bulliciosas alarmas que mujeres y niños pueden activar para librarse de acosadores o cualquier otro peligro; e incluso equipos de primeros auxilios para reanimar a personas que hayan sufrido un paro cardíaco o respiratorio.
Los precios promedio de los productos que se expenden en las máquinas va de los 80 yenes (US$1,6) a los 3.000 yenes (US$40).
DATOS
- El nombre ‘jidohanbaiki’ proviene de la combinación de ‘jido’, que significa automático, ‘hanbai’, que significa vender, y ‘ki’, que significa máquina.
- Los 6,5 millones de máquinas que instaladas en el país generan ventas anuales del orden de los US$54.000 millones.
- En Japón hay una máquina por cada 20 habitantes, el promedio más alto en todo el planeta.