Experto asegura que el humano debe aprender a interactuar con los robots
Juntos uno al lado del otro podrían parecer hermanos gemelos. O por lo menos, que tienen alguna relación familiar. Sin embargo, uno es humano y el otro solo un robot. Se trata de Henrik Scharfe, investigador de la Universidad de Aalborg, Dinamarca, y el Geminoid-DK, un androide físicamente idéntico a él. Ambos se encuentran en Lima para participar, desde este jueves, en la Feria Expotic 2012. Si quieres conocer más sobre este tema, sigue leyendo esta interesante nota de Angela Tejeda Ghiggo.
El Geminoid-DK tiene apenas un año y medio de vida y es el tercero de la serie Geminoid, una investigación que se inició en Japón con la creación de un primer robot en el 2005 y que siguió con una versión femenina en el 2010. La diferencia entre ellos y este, es que el DK es el primero con rasgos occidentales, ya que los otros dos fueron inspirados en modelos (sus creadores) japoneses.
Henirk Scharfe mostró a El Comercio, cómo el Geminoid-DK puede hablar, gesticular, parpadear, mover los ojos y hasta sonreír y fruncir el ceño. Explicó que esto sucede porque “tiene músculos electrónicos que imitan las expresiones faciales de un ser humano y que dan la impresión de que estuviera respirando”.
Además, indicó que también es posible sincronizar el movimiento de los labios del DK con los de la persona que realiza el control por computadora, aunque sí se requiere de un audio pregrabado para dar la impresión de que el Geminoid está hablando.
Nueva realidad
El profesor Scharfe aclara que el uso del Geminoid-DK es específicamente para investigación. “El objetivo principal es ver cómo la gente reacciona frente al robot, por lo cual se lo coloca en diferentes situaciones para ver el impacto que produce en la gente y su posterior interacción”, explica.
Este impacto que causan los androides puede ser visto desde diversas perspectivas. El experto señala que, por ejemplo, los niños, adolescentes y adultos reaccionan de manera distinta. Asimismo, hombres y mujeres también responden de diferentes maneras según el sexo del robot, por lo cual Scharfe indica que todos estos efectos deben registrarse de manera teórica para desarrollar más robots en el futuro.
Por otra parte, mencionó que el DK ha sido concebido también para efectos de telepresencia. “Es decir, puedo estar en dos lugares al mismo tiempo, transfiriendo mi presencia a través de la red”. Citó el ejemplo de una oportunidad en que estaba en Alemania y su clon androide ofrecía una fiesta en su propia casa, mientras era controlado vía Internet.
“¿Se imaginan a un robot asumiendo el rol de un profesor en el aula de clases, paseando a un perro o recogiendo a los niños del colegio? Eso es lo que habrá en el futuro y probablemente en 10 años ya sea realidad”, asegura el experto.