Ingenieros del MIT crean un copiloto virtual que interviene ante el riesgo de chocar
Sterling Anderson, estudiante de doctorado del Departamento de Ingeniería Mecánica, y Karl Lagnemma, investigador principal del Grupo de Movilidad, han creado un sistema de seguridad incorporado en los vehículos que podría evitar accidentes causados por conductores que se quedan dormidos mientras manejan. Este sistema tiene un algoritmo que analiza la información a través de una cámara a bordo y un telémetro láser que mapea la ruta para detectar los obstáculos en las vías. Si te interesa saber más sobre este tema, sigue leyendo esta interesante nota de Pamela Montes I.
Según los expertos del Instituto Técnico de Massachusetts (MIT), la información de los obstáculos se cruzan con diversos puntos de datos como el comportamiento del conductor, velocidad del auto, estabilidad y características físicas. El copiloto es semiautónomo, por tanto, permanece inactivo mientras no se reporte alguna anomalía en la vía. Entrará en acción ante determinadas situaciones que pudieran derivar en una colisión.
Por ejemplo, se activará para intervenir cuando un auto adelanta intempestivamente, o cuando el conductor recorre una curva a alta velocidad.
En este y otros casos identificados como potencialmente inseguros, el control es asumido por esta especie de ‘corrector de malos hábitos al volante’, pero solo temporalmente. La intención es que el conductor asuma su responsabilidad de dirigir la máquina.
Este invento cae como anillo al dedo para evitar los accidentes causados por somnolencia del conductor. Cuando el vehículo empieza a zigzaguear y a salirse de la ruta, el sistema se activa y corrige automáticamente su posición.
Los expertos Anderson y Lagnemma no son partidarios de la sustitución del conductor, pero sí de una asistencia temporal.
Desde setiembre del 2011, el proyecto ha sido sometido a más de 1.200 pruebas y, según sus creadores, solo en pocos casos ha habido accidentes, aunque no indicaron el número exacto de estos fallos del sistema. Por eso, los expertos del MIT consideran que su copiloto necesita pasar por ciertos ajustes antes de poder ser usado en forma masiva.
Hasta que esto suceda, existen dispositivos que previenen accidentes en conductores que presentan cansancio extremo, como los que tienen un sensor de movimiento que activa una alarma al inclinar la cabeza hacia adelante.
Según el “Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1,2 millones de personas mueren por accidentes ocurridos en la vía pública.
El auto de Google se conduce solo
El sistema de seguridad del MIT es opuesto al de autoconducción de Google, introducido el año pasado y que hace apenas dos meses recibió su primera licencia de funcionamiento en el estado de Nevada.
El gigante de Internet implementó una tecnología para que los autos se conduzcan por sí solos. Consta de cámaras de video, sensores y láser. En su presentación se utilizó a un hombre que había perdido la visión en un 95%. Él se subió al vehículo y realizó un pequeño trayecto en California. En esa ciudad estos dispositivos de conducción no son legales, por lo que estuvo acompañado en el vehículo por un policía para inspeccionar la ocurrencia. El riesgo era mayor porque el piloto carecía de licencia por su ceguera.
El auto de Google avanza mientras el conductor se mantiene descansando en el respaldo de su asiento. Solo requiere inclinarse hacia adelante para retomar el mando del vehículo. La esencia de este sistema tendría en la aeronáutica a la figura del piloto automático, que deja de ser eficiente cuando sucede algún imprevisto, ya que en ciertas emergencias es el piloto quien debe decidir para evitar un accidente.
El punto en contra para los expertos del MIT es que cuando la persona debe tomar el control pasa a un estado de alerta y el pánico podría apropiarse de ella. Recientemente se supo que en el fatídico vuelo de Air France entre Río-París del 2009 falló el sistema automático y el piloto cometió un error.