Una refinería británica logra obtener combustible a partir del aire
La preocupación en torno a qué le pasará a la humanidad si un día se terminan las reservas de energía ha impulsado en los últimos años la creación de fuentes alternativas de combustibles. Una gasolina hecha a partir del aire, por la empresa AFS, podría cambiar la historia. Si quieres saber más sobre este tema, sigue leyendo este interesante informe de Pamela Montes.
Eliminando el dióxido de carbono del aire se obtiene obtener combustible. Este proceso no termina de llamar la atención de los especialistas del sector energético desde su presentación el último fin de semana en una conferencia en el Instituto de Ingenieros Mecánicos de Londres (IMechE).
Proyección positiva
Peter Harrison, director ejecutivo de Air Fuel Synthesis (AFS), la compañía que desarrolló este combustible renovable, contó los pormenores del proceso y dijo al diario “The Independant”: “Estamos convirtiendo la electricidad renovable en una forma más versátil, útil y apta para el almacenamiento de energía; es decir, de combustibles para el transporte de líquidos”.
Del aire a los motores
En un documento de AFS se explica que el proceso se inicia con la captura de dióxido de carbono y agua proveniente del aire. Mediante la electrólisis del agua se obtiene hidrógeno. El dióxido de carbono y el hidrógeno juntos reaccionan dando como resultado esta gasolina.
La refinería, ubicada en Stockton-on-Tees, Teesside, ha obtenido cinco litros de “gasolina de aire” en menos de tres meses utilizando equipos pequeños.
Sin embargo, AFS tiene intenciones de ampliar su capacidad de producción y planea construir una planta de mayor tamaño, capaz de producir por encima de una tonelada diaria dentro de dos años, y crecer a nivel de gran refinería en los próximos 15 años.
Otro de los planes está dirigido al sector de la aviación sostenible, pues con este combustible más compañías aéreas podrán sumarse a los proyectos de carbono neutral.
En la presentación, Stephen Tetlow, jefe ejecutivo del IMechE, manifestó que este combustible “tiene el potencial para convertirse en una gran historia de éxito de los británicos, lo que abre una oportunidad crucial para reducir las emisiones de carbono. También tiene el potencial de reducir nuestra exposición a un mercado energético cada vez más volátil global”.
Usa infraestructura actual
Y no es para menos. Además de la sorprendente materia prima empleada, el combustible de aire no necesita de una infraestructura especial para su almacenamiento y distribución.
Se podrá expender en puestos de gasolina regulares y los vehículos no tendrían que acondicionar ningún sistema especial ni requerirán de un tanque adicional como sucede con los autos híbridos de gas GLP o el natural.
Pero eso no es todo:, también permite mezclas directas con otros combustibles como gasolina, diésel de autos y diésel de aviación. El financiamiento ha corrido por cuenta de un conglomerado de filántropos que prefieren permanecer en el anonimato, pero se conoce que la investigación requirió de 5 millones de dólares para lograr el avance.
Cuestión de costos
Si bien por ahora la transformación resulta ser bastante cara, y podría hacer sospechar que su comercialización no será posible en el corto plazo, Harrison manifestó que a finales del 2014 ya podrían iniciar la producción para la venta.
A la AFS, obtener una tonelada de CO2 actualmente le cuesta casi los 650 dólares, pero, pese a ello, los desarrolladores han invitado a recordar que toda tecnología piloto conlleva costos muy elevados, pero terminan abaratándose indefectiblemente.
Biobutanol: el referente previo
Como alternativa a los combustibles fósiles convencionales muy poco amigables con el medio ambiente se creó el biocombustible, una fuente de energía ecológica producto del reciclaje de materia orgánica.
El etanol o alcohol etílico es el más reconocido y está hecho a partir de caña de azúcar, trigo, biomasa, celulosa o algas.
Ahora bien, en los últimos años se ha desarrollado una variación del biocombustible: el biobutanol, un tipo de combustible capaz de almacenar hasta un 30% más de energía que el etanol.
Por lo tanto, es mucho más parecido a la gasolina convencional, por lo que no se necesita modificar los motores de los autos para su utilización.
El biobutanol puede emplearse también en la fabricación de otros bioquímicos ecológicos como la acetona.
En el 2010, esta sección informó acerca del desarrollo de un nuevo biobutanol para autos procedente de la refinación de los desechos del whisky hecho por científicos de Universidad de Napier en Escocia.
Promesa energética
Círculo de energía
Aunque el proceso contempla la purificación del aire al capturar el CO2 y devolverlo a la atmósfera totalmente limpio, también necesita de energía eléctrica para obtener el combustible.
Ganador en limpieza
Los representantes de Air Fuel Synthetic dicen que el producto huele y luce como gasolina, pero no tiene comparación porque no tiene aditivos.
En asentamientos alejados
La tecnología de la “gasolina del aire” podría llevarse también hasta comunidades rurales que requieren de fuentes renovables de energía porque el almacenamiento de combustible les es dificultoso.
Desafío por cumplir
La captura del dióxido de carbono es un procedimiento muy caro, pero es uno de los puntos que se busca mejorar con el tiempo.