Felipe Ortiz de Zevallos recuerda que hace 41 años participó por primera vez como expositor en CADE Ejecutivos. Esta semana, en la edición 53 del foro empresarial anual más importante del país, volverá a participar como expositor, ahora en el panel “Reforma política. Para fortalecer la democracia”. Este año, CADE tratará sobre los cambios que necesita el Perú para seguir creciendo. Participarán los cinco candidatos presidenciales con mayor intención de voto.
Usted es un veterano de CADE. ¿Qué diferencia CADE electoral de la conferencia habitual?
La primera vez que participé como expositor en CADE fue en 1974. ¡Hace nada menos que 41 años! Claro, entonces seguramente yo era el más pichón entre todos los que hablaban y ahora debo ser el más antiguo. Evidentemente CADE electoral, con la presentación de los principales candidatos a la Presidencia de la República, genera una tensión y una atención especial. Es, tal vez, la primera oportunidad en que se puede contrastar el estilo y los planes de los candidatos para las próximas elecciones. Y quienes exponen participan con esa realidad en mente, de querer llamar la atención de la clase política a los temas que les toca desarrollar.
¿Cuál es la edición de CADE electoral que más lo impactó? ¿Por qué?
CADE electoral del 2010 fue uno muy interesante por varias razones. Primero porque se desarrolló en el Valle Sagrado [Cusco]. Luego Michael Porter vino e hizo una exposición bastante ilustrativa sobre la competitividad comparativa del Perú. También la presentación de Ollanta Humala como candidato despertó bastante interés. Él fue invitado a CADE electoral anterior, en el 2005, pero declinó participar entonces. Curioso, CADE del 2005 fue en Lima. Lo inauguró Pedro Pablo Kuczynski como primer ministro, Alan García era uno de los candidatos que más interés generaba. La reunión la cerró Alejandro Toledo como presidente. ¡Hoy los tres son candidatos!
¿CADE electoral marca de alguna manera la agenda electoral para la opinión pública o su impacto se limita al gran empresariado?
La mayoría de la población peruana tiene poco interés en la política. Hay mucha anomia ciudadana. Probablemente los candidatos tienen un plan largo y uno corto. El plan largo es aquel que pueden presentar en un auditorio como el de CADE; el corto lo forman más ideas-fuerza que pueden convertirse en eslóganes para la campaña. Claro, el plan corto debiera ser consistente con el largo. A CADE acuden mil asistentes y lo que allí se dice también repercute, a través de la prensa, en el debate público.
¿Qué expectativa tiene de cada uno de los cinco candidatos que expondrán en CADE?
Como presidente de Transparencia prefiero no dar una opinión que sea considerada sesgada. Como es el menos predecible, la presentación de César Acuña es la que más interés va a generar. Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski y Alejandro Toledo fueron, los tres, candidatos en la última elección y participaron en la última edición de CADE electoral. Alan García ha expuesto en CADE la mayor parte de los 10 años que ha sido presidente, además de aquellos que ha sido candidato. Yo, personalmente, creo que el 10 de abril, la elección al Congreso puede resultar hasta más importante que la presidencial. Sería muy útil saber cómo es que los candidatos van a elaborar las listas para el Congreso.
Keiko Fujimori lidera hoy todos los escenarios planteados por las encuestas. ¿Cómo imagina un gobierno suyo?
Yo creo que cualquier candidato que sea elegido va a tener que plantear un gobierno convocatorio y abierto, porque se requiere implantar un conjunto de reformas, de esas que Moisés Naím llama de “segunda generación”, que solo son viables si son consecuencia de un acuerdo amplio. Ese es un tema para chequear en Paracas, si los candidatos van a plantear un gobierno cerrado o uno abierto.
¿Ve espacio para alguna sorpresa electoral?
No me parece imposible. Y tampoco les debe parecer imposible a los otros siete u ocho candidatos que van a gastar recursos y tiempo en sus respectivas campañas. La política peruana es algo tóxica en el sentido que es más anti que pro, si se suma el antivoto, este termina sumando más que el de las preferencias. Ahora bien, hay algo nocivo en que se presente un número tan grande de candidatos presidenciales. Deberíamos tener primarias, menos partidos, etc. Es un poco absurdo que buena parte de quienes voten en abril no podrían completar bien un geniograma que solo tenga el nombre de cada uno de los candidatos.
¿Qué tendencias globales marcarán de manera más intensa al próximo gobierno? ¿De qué forma podemos introducir su discusión en un debate electoral poco profundo intelectualmente?
Se vienen años que serán bastante complicados. Si se compara la situación internacional de hoy con la que existía en el mundo en 1914, por ejemplo, muchos dirían que la de hoy es bastante más complicada. Y si un asesinato en Sarajevo resultó desencadenando la Primera Guerra Mundial, donde murieron 15 millones, qué podría decirse de lo que implica, por ejemplo, que un avión ruso haya sido derribado por la defensa turca con el argumento que violó su espacio aéreo y no respondió a las alertas. Vivimos una globalización muy compleja, en momentos en que las nuevas tecnologías pueden transformar el mundo cotidiano de la vida y el trabajo como lo conocemos. Es un mundo volátil, complejo, incierto y ambiguo.
Desde Transparencia impulsa una reforma electoral. ¿Cuáles son sus puntos centrales? ¿Ve a algún candidato más cercano a esta reforma?
En Transparencia no solo queremos contribuir con propuestas de reformas electorales, sino también de otras normas que ayuden a mejorar el funcionamiento del Estado, especialmente de los poderes Legislativo y Judicial, así como a incrementar la participación ciudadana y a mejorar la cultura política. Tenemos la ventaja de la pluralidad y calidades de sus asociados, hay personas de centro, de izquierda y de derecha. Por tanto, la institución constituye un buen filtro que le ofrece a la clase política y a la opinión pública la garantía de que cuando Transparencia apoya una reforma, esta debe ser positiva para mejorar nuestra política.
¿Cree que la reforma electoral es vista por el empresariado como uno de los cambios requeridos para crecer?
En Transparencia tenemos destacados representantes del sector privado como asociados, incluso Martín Pérez, quien actualmente es el presidente de Confiep. Martín ha escrito hace poco un artículo en el cual menciona que Confiep apoya la mayoría de las reformas planteadas por Transparencia. Ahora bien, en cualquier país, las reformas políticas no suelen ser fáciles de materializar. Por ello, debemos explicar bien por qué son necesarias y tejer un consenso. No es fácil ponerle el cascabel al gato.
¿Los más poderosos del Perú de hoy son menos poderosos que los de hace una o dos décadas?
Sin duda. Esa es una nueva realidad del mundo de hoy, el potenciamiento del individuo y la disminución de la necesidad de su representación. El mundo ya dejó de ser una pirámide jerárquica y es hoy una red intercomunicada. El poder relativo de cualquier autoridad ha disminuido, en la empresa, en el poder político, en la religión. Eso es bueno. Hay que adaptarse a ello.