Una casa y un departamento diferentes con un estilo en común - 1
Una casa y un departamento diferentes con un estilo en común - 1
Redacción EC

Los proyectos definen el concepto de integración. Espacios que se conectan, dialogan y permiten, al mismo tiempo, mantener la intimidad de sus habitantes y un tránsito fluido. Todo, gracias a la pensada distribución de las áreas y a una decoración que apuesta por las líneas simples y sobrias.  

La propuesta de Melissa Fernández y Natalie Settembrini, de , plantea una idea integral: crear la arquitectura  y el diseño interior bajo los mismos criterios. Así, el producto final aporta armonía. En el primer proyecto, una casa de 350 m² de área construida, ubicada en Los Aromos, La Molina, se integra a un terreno angosto y largo. En el primer piso, plantearon el área social, que incluye el ingreso, la cocina con comedor de diario, baño de visitas, sala, comedor, terraza, piscina, baño de piscina, escritorio y estacionamientos. La segunda planta alberga el dormitorio principal con baño y terraza, y dos dormitorios también con baño. En el tercer nivel, está el salón de usos múltiples, con gimnasio y área de servicio.

Las arquitectas utilizaron variados materiales, desde piedras naturales como el mármol, hasta pepelmas nacaradas y techos de madera nogal, para lograr interesantes contrastes. “La escalera y el piso del recibo fueron revestidos de mármol travertino color crema brillante, con barandas de cristal para ofrecer la idea de ligereza. Debajo colocamos piedras de canto rodado plomo y gris, para crear un cuadro reflejado de piedras”, explica Melissa Fernández. También destaca el baño de visitas, un espacio amplio en el cual se colocó una teatina, planteada en verde con un tablero en diagonal.

Limpieza y calidez

El segundo proyecto, es un pequeño departamento en Miraflores. La consigna, según Fernández, fue maximizar los espacios. El recibo resalta gracias al cuadro del artista Marcelo Fernández, colocado de piso a techo. Al lado se instaló una pared de mármol espacato color hueso. 

En la sala, el toque divertido lo pone una consola blanca y dos butacas en tela morada con dorado. Los acabados de la cocina se trabajaron en poliuretano color chocolate y se utilizaron dos cuarzos, uno blanco y otro chocolate. En los baños jugaron con porcelanatos y detalles en madera para repisas y espejos.

Ambas viviendas resaltan la simpleza de los espacios abiertos y el uso de colores cálidos. Una propuesta que prioriza una estética limpia ().  

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