1 / 5 Cuando tienes un conjunto de mesas de centro y su diseño brilla con luz propia, evita los accesorios decorativos para no restarle protagonismo. Será el punto de atención de tu casa. (Foto: Espacio de Sancal)
2 / 5 En espacios reducidos no coloques una mesa pesada, mientras más traslúcida, mejor. Materiales como el vidrio y acrílico son los mejores aliados, pues dan una apariencia depurada al lugar. (Foto: Karim Rashid)
3 / 5 Si tu sala es pequeña, elige una mesa circular u ovalada para mejorar la circulación. Para transitar cómodamente ubica esta pieza a 40 cm de los sofás. (Foto: Go-On Design)
4 / 5 Para darle movimiento al espacio, coloca mesas de alturas distintas. (Foto: Treku)
5 / 5 La mesa Sequoia tiene superficie de nogal y estructura de latón, de Brabbu Design (Francia). Este acabado aporta lujo a la sala. (Foto: Difusión)
La mesa de centro es esencial en una sala, porque espacialmente hace que todos los elementos se vean como un conjunto y no independientes; además, sirve como apoyo.
Cuando la mesa de centro destaca por su estética en la sala, se recomienda no colocar adornos o poner tres, como máximo, para no competir en importancia. Para darle dinamismo al espacio, usa mesas gemelas pegadas u opta por dos o tres de distintas alturas que se vinculen por su color o forma.
Las mesas de centro de acero y de MDF con acabado en poliuretano se prestan para ambientes modernos; las de madera funcionan en espacios más clásicos.