Corresponsales Escolares

En esta pandemia también ocurren cosas positivas. En el distrito de San Juan de Lurigancho se han reforzado diversas acciones sociales que, en tiempos de emergencia sanitaria, tienen por objetivo beneficiar a la población y buscar el bien común, sin dejar de lado los factores medioambientales y la salud. ¿Cuál es el impacto positivo que tiene la implementación de ciclovías y las ollas comunes en este distrito y en la sociedad? ¿Será este un impacto sostenible? Bienvenido a las buenas noticias del ayer, del hoy y del futuro.

Ciclovías en pandemia

Es conocido el concepto de ciclovías como infraestructuras para el transporte no motorizado para los ciudadanos, que a su vez buscan cuidar el medio ambiente, mejorar su economía y cuidar la salud.

La reciente construcción de estas en Lima ha representado un gran avance para este tipo de vehículos, pues, con su aparición, se ha hecho evidente un mayor uso de la bicicleta por parte de los ciudadanos. Según la actual gerente de Transporte No Motorizado de la Municipalidad de Lima, Jenny Samanez, a comienzos del 2019 contábamos con 197 km de ciclovías y actualmente bordeamos los 258 km.

Actualmente, estas construcciones se han retomado en el distrito de San Juan de Lurigancho, e incluso ya se han concluido algunas, como la Av. Los Jardines, que tiene 1,4 km de longitud; la de la Av. Los Postes, con 1,5 km de largo; la de la Av. Jorge Basadre, que tiene 1,6 kilómetros y una de las más extensas, la de la Av. Flores de Primavera, con casi 4,5. Cada una de estas ciclovías incluye señalizaciones verticales y horizontales, semáforos, mobiliario urbano, parqueadero de bicicletas y un tratamiento especial hacia las áreas verdes.

La construcción de ciclovías ha concluido en varias avenidas de SJL y continúa en otras.
La construcción de ciclovías ha concluido en varias avenidas de SJL y continúa en otras.

Del mismo modo, con la finalidad de promover el uso de la bicicleta, la Municipalidad de Lima está implementando diversos programas como “A la chamba en bici” y “Al teatro en bici”. Así mismo, para difundir sobre el uso seguro de estos vehículos, se brindan campañas para enseñar a manejar bicicleta y sensibilizar a la población, como por ejemplo, la campaña “Yo soy un ciclista responsable”, la cual busca fomentar el respeto en los ciclistas hacia el peatón, los semáforos y el transporte público y privado. La campaña “Yo respeto”, dirigida a los conductores de vehículos motorizados, también busca lograr una convivencia vial adecuada.

Durante la pandemia se difundió la importancia de las ciclovías y el impacto que tiene su uso para los ciudadanos.
Durante la pandemia se difundió la importancia de las ciclovías y el impacto que tiene su uso para los ciudadanos.
/ EDUARDO CAVERO

“Otro objetivo es tener una capital más humana, alegre, saludable y amigable con el ambiente. Queremos lograr una Lima menos agresiva”, dice Samanez. Para lograrlo, se realizarán actividades durante los domingos que buscarán fomentar y educar sobre el uso de la bicicleta como transporte alternativo. Uno de sus eventos más cercanos y al que todos los ciudadanos están invitados, es el del 25 de julio, evento con límite de cupos para celebrar el bicentenario del Perú. Se realizará en la Costa Verde, en Chorrillos, donde además se tomarán pruebas rápidas del COVID-19 a los participantes. Si está interesado en asistir, puede buscar más información en y .

Gracias a todos estos esfuerzos, las ciclovías han contribuido a prevenir casos del COVID-19, según la Municipalidad de Lima. También ayudarán a formar un distrito más limpio, ya que es un transporte amigable con el medioambiente. La importancia que se le ha dado después de tantos años es un cambio positivo, que beneficiará a la población.

Una comida que genera esperanza

No solo en las zonas urbanizadas se pueden ver cambios positivos. También en las zonas más alejadas y necesitadas existe la esperanza de una mejora.

La alimentación de muchas zonas depende únicamente de las ollas comunes. 
FOTOS: CESAR CAMPOS / GEC
La alimentación de muchas zonas depende únicamente de las ollas comunes. FOTOS: CESAR CAMPOS / GEC
/ NUCLEO-FOTOGRAFIA > CESAR CAMPOS

A inicios del 2020, la llegada del estado de emergencia por el Covid-19 trajo consecuencias económicas en gran parte de la población. Incluso, hizo que miles de personas que no tenían la necesidad de recurrir a las ollas comunes deban hacerlo al perder su sustento diario. Solo en Lima existen más de 900 de estas, y según un reporte realizado por la municipalidad de San Juan de Lurigancho, se tiene registro de 426 a finales del año 2020 que benefician a 65.282 personas en situación de vulnerabilidad. Puede verse claramente la importancia de estas formas de autoorganización en un distrito golpeado por el hambre, la pobreza y la necesidad.

A su vez, comenzó a aumentar el interés de las personas y medios de comunicación en conocer diferentes historias en este sector de la población, con la realización de reportajes hasta campañas de donativos; desde la gente de a pie, e incluso los gobiernos distritales fueron partícipes de este llamado a la esperanza.

¿En qué consistía? A lo largo de los meses se presentaron diversas propuestas, desde iniciativas regionales como #AdoptaUnaOlla hasta planes distritales para repartir más de 400 toneladas de alimentos entre todas las ollas comunes de San Juan de Lurigancho. Esto no se quedó en el 2020: en enero del 2021 se repartieron 72 toneladas de alimentos gracias a la gestión que viene siendo realizada por el alcalde Álex Gonzáles junto a organismos como Indeci, Qali Warma, entre otros, dando a conocer así la intención no solo de apoyar, sino incluso de superar lo conseguido el año pasado.

El trabajo de diversas iniciativas fue fundamental para que nuevas y antiguas ollas comunes puedan funcionar durante la pandemia.
El trabajo de diversas iniciativas fue fundamental para que nuevas y antiguas ollas comunes puedan funcionar durante la pandemia.

La principal entidad gestora de todas estas iniciativas es la Mesa de Trabajo de Seguridad Alimentaria de Lima Metropolitana, creada a inicios del año 2020. Esta tiene la labor de buscar la forma de organizar la ayuda de la manera más eficiente para que llegue sin problemas a sus destinos. Tanto el secretario técnico, Eduardo Li, como el presidente de la Mesa de Trabajo, Federico Arnillas Lafert, resaltan la neutralidad y fortalecimiento de los lazos con la sociedad civil y las distintas instituciones públicas y privadas que trabajan activamente en la lucha contra esta problemática.

En los últimos meses resalta el apoyo por parte de diferentes agrupaciones externas a la alcaldía, reflejando así el interés generado por la emergencia sanitaria, no limitándose a entregar alimentos, sino que se extiende a un impacto que será constante a través de donaciones económicas por parte de empresas e individuales, implementación o renovación de puestos de ollas comunes con casetas e instalación de tanques de agua, o incluso el trabajo de la propia Municipalidad de Lima generando proyectos que llevan víveres y donativos a los lugares más necesitados.

Este informe fue realizado por los corresponsales escolares Catherine Gloria Valdivia Bautista, Elizabeth Stefanie Valdivia Bautista, Danna Angeles Vicuña Alvarez y César Angel Maurtua Cerna del colegio Innova Schools Arabis. Bajo la mentoría de la docente Rosario Luz Galindo Pomahuacre y la periodista Catherine Contreras.