Uno de los motivos por los que los estudiantes no se conectan a sus clases virtuales es porque no cuentan con dispositivos electrónicos para ello. No son pocos los casos en los que la familia cuenta con un solo celular que deben compartir varios hermanos, y, en situaciones más extremas, esperar a que sus padres regresen de trabajar para revisar las actividades que dejaron los docentes. Solo algunos hogares cuentan con una computadora y muchos no cuentan con Internet en casa o sistemas post pago en los celulares.
Para los adolescentes de secundaria, el no salir de sus casas y haber dejado de lado la socialización también supone un problema emocional que se traduce en mostrar desinterés en sus clases a distancia, problemas de estrés o baja motivación. Un trabajo realizado por la organización Acción por los Niños, mostró que, al no tener las familias los recursos necesarios para acceder a la educación, el aspecto cognitivo y emocional de los y las estudiantes se ve afectado, pues se sienten discriminados por no acceder a una educación y ven detenido su aprendizaje.
“El factor económico juega un papel importante, pues muchos padres y madres de familia perdieron sus trabajos y son sus hijos e hijas quienes se ven en el deber de ayudarlos y acompañarlos. Esto significa que muchos de ellos dejan de recibir sus clases o las reciben en lugares inadecuados. El efecto en la estabilidad emocional de niños y niñas, debido a la dificultad de acceder a clases y trabajar para subsistir, es preocupante. Como también lo es el hecho que los niños que sí pueden acceder a clases sufran de abandono por parte de padres en el proceso de aprendizaje”, señala el informe.
Desde el estado se debe incrementar la inversión por la niñez, mejorar la calidad de educación, la infraestructura de los colegios, y el acceso a la tecnología. Los padres de familia deben comenzar a criar a los niños sin violencia, pues en casa es en donde ellos empiezan a aprender el respeto a los derechos y valores y la responsabilidad para cumplir sus deberes y estudiar. Los docentes deben cumplir su misión por vocación, y las organizaciones civiles y medios de comunicación también deben involucrarse en algo fundamental para la sociedad: la educación de niños, niñas y adolescentes.