Lalo Burga dio una gran demostración de coraje en el Dakar 2018. (Foto: ITEA Photo)
Lalo Burga dio una gran demostración de coraje en el Dakar 2018. (Foto: ITEA Photo)
Redacción DT


El llegó a su fin y el equipo peruano llegó a la meta final en Córdoba con 6 tripulaciones. Entre ellos, y sin duda, el que se ha llevado el aplauso de todos ha sido Lalo Burga y no por su puesto final, sino por el coraje para correr a pesar del dolor y culminar su segundo Dakar en motos.

Durante la tercera etapa de esta edición, en Marcona, Lalo sufrió un fuerte golpe en la rodilla derecha que pudo llevarlo a abandonar la carrera, pero decidió seguir compitiendo a pesar del fuerte dolor para ver si la lesión evolucionaba favorablemente. Y felizmente así fue.

“Retirarme de la competencia sin saber realmente si podía continuar, no estaba en lo mío. Decidí continuar y ver hasta dónde podía avanzar e intentarlo con determinación. Enfrenté el Dakar con valentía y dignidad. Ese es el mensaje que quería transmitir, a no tener miedo a ningún reto”, comentó Lalo.

Sin embargo, la razón más importante fue la de darle un gran ejemplo de sacrificio a su pequeño hijo. Es así como llegó hasta el final de su segundo Dakar, esta vez en el puesto 84, pero con la gran satisfacción de ser uno de los pilotos peruanos que pudo llegar a la meta en el 40 aniversario del Dakar.

“La etapa La Paz – Uyuni fue muy difícil. La arena estaba mojada y no se podía llevar la moto y mi pierna no acompañaba a un buen manejo. Terminé manejando más de 5 horas de noche en el desierto, lloviendo y con mucho frío”, manifestó Lalo como uno de los momentos más complicados de este año.

Tras el final de la carrera, el piloto de KTM se reencuentra con su familia y pensando en seguir representando al Perú en la divisional motos por un buen tiempo más. Con dos Dakar culminados, Burga buscará volverse un referente de esta categoría en nuestro país con miras de conseguir grandes logros.

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