A los 87 minutos Stamford Bridge explotó. Todo Chelsea festejó alocadamente el gol que los clasificó a las semifinales de la Champions League. Demba Ba marcó el tanto vital para la remontada en casa, pero fue José Mourinho el más eufórico de todos. El técnico festejó el tanto con una loca carrera hacia sus jugadores.
La razón era que faltaban muy pocos minutos para el final del partido y Mou quería asegurarse que sus jugadores mantengan el resultado. Por eso se echó a correr casi 70 metros con ese fin.
Luego empezó a dar indicaciones a sus jugadores hablándoles al oído. El Chelsea ganó 2-0 y clasificó a semifinales de la Champions, logrando superar el 3-1 que sufrió en París en el partido de ida.