Real Madrid sobrevivió en Alemania. Así se puede describir lo que vivió el cuadro merengue hoy en el Signal Iduna Park, tras caer 2-0 ante el Borussia el vuelta de los cuartos de final de la Champions. Lejos de dominar el encuentro, los merengues se vieron superados en todo momento por un Dortmund que, sin brillar en su juego, supo anotar dos tantos en el primer tiempo y así estar muy cerca de igualar la serie.
Todo hubiera sido más fácil para el Madrid si Di María no fallaba un penal a los 17' minutos del primer tiempo cuando todo iba 0-0. El argentino se resbaló justo antes de patear el balón y su remate no fue esquinado. Weidenfeller se había tirado para el sector que eligió el 'Fideo' y paró el balón sin demasiado problemas.
Ahí creció el equipo de Klopp. Presionó arriba y en todos los sectores al Madrid. Lo ahogó, lo dejó sin juego y le clavó dos goles de la mano de Marco Reus. Quizá el hombre más inteligente de este equipo alemán. Decide y ejecuta bien. Pocas veces se equivoca. Cuando tiene el balón en velocidad es imparable y juega bien de espaldas.
Primero aprovechó un error de Pepe y en el segundo, después de haber armando toda la jugada, el rebote de un disparo de Lewandowski que dio en el palo cayó a sus pies y él desenfundó hacia el arco de Casillas. Más allá de esos dos tantos, lo del golero español fue impecable en lo que siguió de partido.
De hecho, si no hubiera sido por Iker, el partido se hubiera extendido hasta el tiempo extra. Uno, dos, hasta tres veces tuvo que intervenir Casillas para que su equipo merengue, ese que ama y amará durante toda la vida, consiga la clasificación a las semifinales de la Champions. Y ya es el cuarto año consecutivo que lo logra. El Madrid está camino a la 'Décima'.