El pasado lunes 23 de enero, la comunidad de en Jamundí (Valle del Cauca) se consternó con el despiadado asesinato a Sebastián Camilo Guzmán, joven de 19 años que buscaba convertirse en futbolista profesional. En aquel momento, los motivos del crimen eran indescifrables.
En un principio se creía que se trató de una equivocación. El homicidio ocurrió mientras que Guzmán se encontraba laborando en una distribuidora, durante sus vacaciones, con el fin de solventar un viaje a Estados Unidos. La promesa del fútbol colombiano tenía pactada una prueba en un club de Miami, Estados Unidos, el primero de marzo.
Gracias a su habilidad con el balón, Sebastián logró formar parte del club Lerma Talentos Colombia Futbol Club NS, de Bogotá.
Ahora, cuarenta días después del atentado, la Policía capturó a ‘Niche’, el presunto culpable. Asimismo, las autoridades informaron que el asesinato habría sido efectuado como venganza hacia el hermano de la víctima.
William Quintero, subcomandante Policía de Cali, informó que el familiar había tenido una discusión con ‘Niche’, quien decidió vengarse llevándose la vida de Sebastián.
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