Primero vimos en Arequipa como jugadores de Melgar y Universidad César Vallejo se fueron a las manos en pleno partido. Incluso hubo una mala reacción de Jean Ferrari, dirigente del equipo trujillano, contra el jugador Bernardo Cuesta.
Horas más tarde, en el partido entre Inti Gas y la Universidad San Martín, tuvo que intervenir la policía para separar a jugadores, suplentes e incluso miembros del cuerpo técnico de ambos equipos.
¿Cómo se inició todo? En una jugada por la derecha, el jugador Ricardo Ramos le dejó el codo a Alejandro Medina del equipo santo. El futbolista albo, que estaba tendido en suelo, fue reprochado por Fernando Oliveira, quien aseguraba que estaba fingiendo. Eso provocó la molestia de todo San Martín.
Ahí se armó un conato de bronca. Luego de unos minutos de pleito, el árbitro del encuentro decidió expulsar dos jugadores: Oliveira, por iniciar el problema cuando recrimina a su rival, y a Benjamín Ubierna, quien habría golpeado a otro futbolista en medio del tumulto.
Por otro lado, en el encuentro entre Real Garcilaso y Juan Aurich, hubo un mal entendido entre jugadores de ambos equipos, pero lo que parecía terminar en una gresca fue controlado rápidamente.