El clásico sudamericano entre Brasil y Argentina, que se jugó el pasado jueves por la fecha 11 de las , fue de 'vida o muerte' para los dos equipos. Tanto que tuvo una llamativa forma de ubicarse en la barrera para evitar un gol.

En el minuto 34, el equipo brasileño cometió una falta muy cerca al área y el tiro libre iba a ser ejecutado, nada menos, que por . Una acción que, de por sí, tenía más de un 50 por ciento de posibilidades que termine dentro del arco. 

Brasil armó su barrera con 7 jugadores, seis de pie y uno, arrodillado, detrás de ellos. El sacrificado de la defensa preparada fue Marcelo, quien tuvo que ubicarse en esa posición con el objetivo de detener un posible remate de Messi si éste decidía enviarla al ras del campo para sorprender al arquero Alisson. 

El argentino tenía antecedentes de haber anotado goles como esos y los pupilos de 'Tite' lo previeron.

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