La final del Mundial de Clubes entre Real Madrid y San Lorenzo se comenzó a jugar desde primera hora de la mañana por las calles hasta la grada del Gran Estadio de Marrakech, donde los seguidores argentinos golearon con sus cánticos y su fe ciega en el día más importante de su vida.
La Plaza de Jamaa el Fna amanecía preparada para tener más visitas de las habituales a cualquier sábado. Eran las 11:00 horas de la mañana y entre los encantadores de serpientes, un mono vestido de Lionel Messi con el 10 de la albiceleste a la espalda y los innumerables puestos del Zoco, ya resonaban los cánticos argentinos de aliento a San Lorenzo.
Los hinchas del Real Madrid regateaban en sus compras por separado. Llegaron cerca de 3.000 de Madrid durante el día pero hasta la llegada al estadio no fueron una piña junto al público local. Marrakech respira madridismo, como se ha demostrado durante todo el Mundial de Clubes cuando los aficionados locales tuvieron claro cual era su equipo en el torneo.
El centro de Marrakech respiraba fútbol. Los aficionados buscaban alcohol, casi imposible de conseguir en Marruecos, y copaban las terrazas de los cafés en los áticos desde donde los aficionados de San Lorenzo colgaban un tifo enorme como un cartel con la imagen del papa Francisco, hincha confeso de San Lorenzo. El buen rollo con los aficionados madridistas marcaba cada encuentro. Intercambio de bufandas y un bonito pique deportivo.
Restaban tres horas para el inicio del partido y ya saltaban en las gradas cerca de 12.000 'cuervos'. Incansables en sus cánticos al 'Ciclón', transmitiendo ánimo a sus futbolistas antes incluso de que pisaran el estadio donde tenían una cita con la historia.
"Este es un día histórico para nosotros, el partido más importante de nuestras vidas", decía a Efe Román, la voz cantante en los cánticos de un grupo de aficionados que incluso paralizaron la Avenida Mohammed V ante el atasco de kilómetros camino del estadio. Se bajaron de sus coches para iniciar una caravana de cánticos argentinos. "Para nosotros estar aquí ya es un sueño con el que hace años era impensable pensar. Hemos venido desde Argentina para vivir de cerca este momento histórico. Sabemos de la grandeza del Real Madrid pero nos da igual, pase lo que pase seguiremos alentando desde la grada al equipo que es nuestra vida".
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