En 2005, el brasileño Robinho, jugador de Santos en ese entonces, fue tentado por dos de los clubes más grandes de Europa: Real Madrid y Barcelona. Finalmente, optó por el club merengue porque "mostró más interés" por él, según como declaró a la revista inglesa "FourFourTwo".
Pero el verdadero motivo no era ese. Según aclara el diario "Sport", Robinho prefirió al Real Madrid porque vio "que tenía un gran grupo de brasileños en su equipo y que el cuerpo técnico era también de Brasil". Ante tal situación, el ex jugador madridista concluyó que no tenía sentido mudarse a Barcelona.
En aquel tiempo, los brasileños en el club blanco eran Roberto Carlos, Ronaldo y Vanderlei Luxemburgo. Durante las tres temporadas que permaneció, solo pudo conquistar dos campeonatos de Liga. Para el 2008, fue traspasado al Manchester City.
"No me arrepiento de haber dejado el Real Madrid, pero sí de no haberme ido por la puerta grande, ya que fue el club que me abrió las puertas y me ofreció la oportunidad de conquistar Europa. Tal vez la forma en que tuve que forzar mi salida borró los recuerdos de algunas grandes cosas que hice por el equipo. Les ayudé a convertirse en campeones y creo que jugué bien. Pero estaba decidido a irme, tenía un temperamento explosivo y no pensaba tanto como ahora", confesó Robinho, quien ahora juega en el Atlético Mineiro.
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