Robinho estaría un tiempo lejos de los campos y no por una lesión. El atacante brasileño sería suspendido hasta doce jornadas por una agresión en contra del árbitro Dewson Freitas da Silva, quien dirigió el duelo entre Santos y Botafogo por la Copa de Brasil.
El delantero de 30 años no le gustó una decisión del juez, quien no cobró una supuesta falta en su contra y lo amonestó por simular, con lo que Robinho sumaba su segunda tarjeta amarilla en el partido.
Tras la decisión del árbitro, el jugador del Santos molesto empujó al réferi y Freitas da Silva lo consignó en su informe.
Ahora, Robinho tendrá que esperar hasta la próxima semana para conocer cuál será la sanción que recibirá.