Mohamed Salah, tras unas cortas vacaciones, volvió a las canchas y regaló un mágico doble regate durante un partido amistoso que disputó con la selección de Egipto frente a Guinea.
El goleador del Liverpool de Inglaterra y campeón de la Champions League dejó en el piso al arquero de Guinea, Aly Keita, con una acción mágica y aunque el remate final terminó en el palo, ahí estaba Ahmed Ali para empujarla a la red casi desde la raya.
Mohamed Salah, máximo ídolo de la afición egipcia, ingresó en la última media hora de juego, cuando su equipo vencía 1-0.
Al final, los faraones vencieron 3-1 y de esta manera llegarán con la moral al tope para afrontar la Copa Africana de Naciones, donde debutarán el próximo viernes 21 de junio ante Zimbabwe.