El popular conductor de televisión Marcelo Tinelli, de 59 años, será el nuevo presidente de San Lorenzo al imponerse este domingo por el 83% en las elecciones del club, y sucederá a Matías Lammens, quien asumió como ministro de Deportes y Turismo de Argentina.
Unos 15.100 socios, 2.000 más que hace 4 años, participaron del comicio del club del que es hincha el papa Francisco, que se desarrolló en su histórico predio del barrio de Boedo, recientemente recuperado por la entidad deportiva.
“Así vivimos una jornada inolvidable, con la emoción del regreso de las urnas a Tierra Santa y asistencia récord de votantes, en otra demostración de genuina pasión azulgrana”, tuiteó el club.
La Tierra Santa es para los hinchas del “Ciclón” esos terrenos que albergaron en el pasado su estadio conocido como ‘el Viejo Gasómetro’, y que recuperaron el 1 de julio pasado.
Las cuatro listas que competían por la presidencia del club “santo” proponían distintas vías de financiamiento para asegurar la reconstrucción de la histórica cancha, vieja aspiración de los hinchas.
“Voy y vamos a honrar este respaldo. Estoy muy conmovido por lo que generó el hincha de San Lorenzo hoy”, expresó Tinelli, tras conocerse los resultados. “El lunes llamaré a la unidad. Quiero escuchar a la oposición”, agregó el conductor del popular programa Showmatch.
Tinelli fue vicepresidente del club de sus amores desde 2012, cuando acompañó en la fórmula a su abogado y amigo Matías Lammens, quien pidió licencia este año para postularse a la alcadía de Buenos Aires por la coalición del nuevo mandatario Alberto Fernández. Derrotado en la urnas, Lammens es el flamante ministro argentino de Deportes y Justicia.
Considerado uno de los cinco grandes del fútbol argentino, junto con Boca, River, Racing e Independiente, San Lorenzo cayó en desgracia en la década de 1980 y el predio de su estadio Gasómetro fue confiscado por la dictadura (1976-1983). Las tribunas fueron demolidas.
El desalojo en 1980 fue bajo presión del alcalde de la dictadura, brigadier Osvaldo Cacciatore. Al año siguiente, San Lorenzo fue el primer club grande en sufrir el descenso a segunda división.
En 1985, los terrenos fueron comprados por la empresa francesa Carrefour que instaló allí uno de sus hipermercados, hasta su entrega negociada al club en julio.
El Ciclón alquiló estadios durantes varios años hasta que pudo construir su propia cancha en el Bajo Flores (al sur de la ciudad), actual sede conocida como ‘Nuevo Gasómetro’. Pero los hinchas jamás perdieron la ilusión de volver a Boedo, un barrio de casas bajas de clase media y trabajadora.
Fuente: AFP