Zlatan Ibrahimovic es uno de los mejores delanteros del mundo. De eso no caben dudas. El jugador del PSG demuestra su categoría en cada partido. Bien sea con golazos o con detalles de calidad en acciones aisladas.
En la Supercopa de Francia, además de convertir dos tantos, realizó una jugada digna de apreciar. Recibió un balón en el mediocampo, casi se cae, tocó césped con sus rodillas, se recuperó y terminó haciendo una huacha. Un crack.