Si uno quiere buscar en la memoria el equipo base de Alianza Lima, no lo va a encontrar. Leao Butrón, Kevin Quevedo, Luis Aguiar y Óscar Vílchez son los aprobados. Hansell Riojas y Aldair Fuentes son los otros que cumplieron, pero es solo medio equipo para un deporte que se juega de a once.
Lo que se vio
De la línea de ataque, solo Lionard Pajoy y Erinson Ramírez estuvieron en el 2016. Los demás, cuatro contrataciones (Germán Pacheco, Alejandro Hohberg, Aurelio Gonzales Vigil y Kevin Quevedo) y un promocionado (Alfredo Carrillo) para un cuadro que, paradójicamente, en este torneo padeció en la definición.
Que Pacheco haya hecho sus dos goles en las dos primeras fechas y que a Hohberg se le haya abierto el arco en la última jornada dice mucho de lo que Alianza sufrió. Pese a marcar 22 tantos (7 de ellos al Aurich en un solo partido), para los íntimos el gol significó un drama, como romper el 0-0 con UTC y Comerciantes Unidos en Matute.
Y cuando logró llegar al gol, la defensa permitió tantos que costaron partidos, y pienso en los 2-2 con Municipal y S. Huancayo, también en Matute. De la Haza y Cossio no han cumplido y de los 15 tantos que sufrió Alianza Lima, seis llegaron por la zona izquierda, con Alexis involucrado en la jugada.
Lo que le falta
Alianza Lima debe entender que su conductor es Aguiar, con ‘Cachito’ y Vílchez a su disposición, no al revés. La apuesta por los jóvenes metió presión a la experiencia de otros, con resultados positivos y se espera que siga creciendo en eso.
Matute debe volver a ser la casa de la victoria. Si bien no perdió, empató cuatro veces. Ocho puntos menos que en el Apertura y Clausura, donde se juega la chance de ser campeón nacional, pueden costar el lamento de un año más sin el título tan esperado.