Increíble cómo un partido que empezó siendo malo puede terminar con las emociones como con las que acabó el clásico, y todo a partir de un acierto: el gol.
Sí, Alianza con ese fútbol que le falta intentó generar. "Siempre corrimos", asegura Vílchez y ahí una clave del éxito de los blanquiazules en su debut. Físicamente no fueron menos que un equipo que venía con cuatro partidos encima.
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"Me gustaría tener más fútbol, conectar más", nos dice Luis Aguiar. Y esas intenciones recién se vieron en el segundo tiempo y más luego de la tranquilidad del 1-0 arriba. El uruguayo parece lento, pero también rápido para buscar que dar el pase en corto, la pared. Lo buscó con Hohberg y Pacheco, pero curiosamente cuando 'pecó' de individualista, le salió un golazo.
En esta clase de partidos, el gol vale tanto que escapa a cualquier análisis de merecimientos. Con una defensa con dudas aún, Alianza pudo mantener el cero en su arco. En la marca, bien Fuentes, mejor el incansable Vílchez, y ni decir de la entrega de Hohberg.
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Pero no todo es lindo en Alianza. Sus laterales tuvieron la misión de defender y poco se atrevieron a atacar. La ‘U’ no tuvo extremos, pero colocó dos puntas como Rengifo y Tejada para trabajar por todo el frente. El panameño ganó casi siempre, Rengifo falló la que tuvo.
¿Y Pajoy? Trabado incluso con él mismo. El colombiano desborda en ímpetu y descuida el juego, aunque padece cuando se tira a la banda. Alianza ganó el clásico, qué mejor manera de empezar el año para la mitad más uno del país.
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