El millonario reto de Alianza en la Libertadores

Hay que robarle al ‘Millonario’ para que el sueño íntimo empiece con puntos en la bolsa copera. Hay que plantarse ante el gigante para que el pequeño fútbol peruano dé un paso internacional adelante, que tanta falta hace. Y nuevamente Alianza Lima empieza la Libertadores contra un grande: esta vez frente a River Plate (7:30 p.m., por Fox), el defensor del título y candidato en todos los torneos.

Para lograr el título del año pasado, los argentinos jugaron la misma cantidad de partidos por la Libertadores que Alianza en los últimos siete años: 14. La diferencia de resultados es abismal, pero en el campo los íntimos esperan emparejar el juego de la mano de un inteligente Miguel Ángel Russo.

Y hay motivaciones suficientes para que Alianza entre al Estadio Nacional con el espíritu que la Copa exige: volver a ganar luego de siete años en este torneo continental.

Desde aquel gol celebrado de José Carlos Fernández para el 1-0 sobre Nacional de Uruguay en el 2012 –curiosamente Marcelo Gallardo dirigía al cuadro charrúa–, han pasado once partidos coperos de Alianza y la victoria no se ha aparecido por el vestuario blanquiazul. Apenas dos empates y el resto fueron derrotas. Una deuda que aún está pendiente de saldar.

Con Gallese en el arco; Cuba, Riojas, Godoy, Guidino en la defensa; Cartagena, Costa, Arroé, Manzaneda y Quevedo en el mediocampo; y Affonso de punta buscará sorprender a un River que tiene a Juan Fernando Quinteros como su creador y a Lucas Pratto como su goleador.

—Buen visitante—

El campeón de la Libertadores empieza la defensa de su título en Lima, ciudad a la que ha visitado once veces, con un saldo de cinco victorias, tres empates y tres derrotas; aunque a Alianza solo enfrentó dos veces con empate 1-1 en 1998 y triunfo 2-0 en 1966. Pero la historia más reciente habla de su llegada a Arequipa (3-2 sobre Melgar) y a Chiclayo (1-1 contra Aurich).

No hay que ser millonario para darse cuenta de la riqueza de River Plate, pero los blanquiazules no dan por perdida la batalla antes de pelearla.