Hoy todo se muestra, todo se exhibe, todo se cuelga. Desde que un video se viraliza no interesa nada más: ni la fecha en que se grabó ni el contexto en que se hizo. Cuélgalo y que circule por todos los confines.
En vísperas del Cristal-’U’ de esta noche, un videito hizo de las suyas. Humo, sobre todo. No se necesita haber pisado un vestuario ni conocido de cerca la interna de un club para saber que este tipo de arengas colectivas y de ‘cargadas’ contra el enemigo son más comunes que el pan y más viejas que la rueda. Aquí, en Chile, en Alemania y hasta en ligas tan inocuas como, digamos, las de Luxemburgo o Andorra.
Sean espontáneas –luego de un triunfo, con la adrenalina a mil, se cantan mejor– o planificadas –tal sería el caso de este video de los saltarines celestes–, estas expansiones y provocaciones son solo aderezos del folclore futbolístico y no las causantes de la violencia que, no pocas veces, se desata en la cancha y que todos debemos empeñarnos en desterrar.
Le preguntaron a ‘Toñito’ Gonzales qué opinaba del video y se puso serio. Y demostró que fuera del campo su desempeño es tan pobre como dentro de él. Que debían retractarse, que eso generaba violencia, clamó. Que un tipo que ha confundido la matonería con la garra desde que debutó (nada menos que en un Clásico en junio del 2006) dé consejos de cómo frenar la violencia es como consultar a los ex dueños de puestos de La Parada sobre cómo formalizar a los comerciantes en el país.
José del Solar, quien como director de fútbol de la ‘U’ se comporta bastante mejor que como entrenador, puso las cosas en su sitio. Sonrió, restó importancia a un hecho anecdótico y dijo que jamás rompería relaciones con los del Rímac por una banalidad como esa.
A concentrarse, entonces, en el fútbol, en las estrategias de los técnicos, en el gran partido que nos deben ambas escuadras, y dejémonos de tanta pavada.