Tokio 2020: la sorprendente historia de Naomi Osaka, la deportista símbolo de los Juegos Olímpicos

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Es el apoyo de todo un país hacia una deportista que decidió representarlos. Naomi Osaka compite por Japón a pesar de haber vivido casi toda su vida en Estados Unidos. Producto de esa decisión recibió miles de críticas y ataques discriminativos porque no tenía los aspectos físicos de un ciudadano japonés. Ese es uno de los grandes problemas que afronta el país del sol naciente y todo el mundo.

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Osaka también fue elegida para mostrarle su apoyo en su lucha contra su depresión y esa fobia ante las cámaras que, en los últimos días, la han expuesto de gran manera. En junio de este año, la tenista había estado en el ojo de la tormenta luego de tomar la decisión de que no brindaría conferencias de prensa en la última edición de Roland Garros. A pesar de que era una regla hablar con los medios, la japonesa no quiso aparecer ante cámaras para cuidar su salud mental.

Comenzó muy bien el Ronald Garros derrotando a la rumana Patricia Maria Tig. Entonces, cuando le tocaba ir a declarar, cumplió con su palabra y se fue sin decir nada. Las críticas comenzaron a llegar y la Federación Francesa de Tenis la multó con 15 mil dólares.

“No voy a hacer ninguna rueda de prensa durante Roland Garros. He pensado muchas veces que la gente no tiene consideración con nuestra salud mental. He visto muchos vídeos de deportistas viniéndose abajo en una sala de prensa tras perder un partido, algo que también me ha pasado a mí. Eso es como rematar a una persona que se ha caído, y no entiendo las razones que hay detrás de ello. A menudo, se hacen preguntas que llenan de dudas nuestras mentes, y simplemente no voy a someterme a personas que dudan de mí”, dijo Naomi Osaka sobre su decisión de no hablar con la prensa.

En vez de recibir apoyo por parte de los organizadores. Comenzaron a llegar advertencias de los cuatro torneos del Grand Slam. Le pedían reconsiderar su decisión porque le podría caer sanciones más severas para la tenista.

UNA LUCHA DESDE EL 2018

Naomi Osaka esperaba un poco de comprensión, pero encontró un mensaje inesperado por parte de los organizadores de los Grand Slam. Ella ya no quería ser el centro de la noticia en el torneo de París. Solo quiso expresarse sin intención de provocar a nadie. Por eso, decidió retirarse para ya no generar más problemas o alimentar el morbo que se había generado durante esos días de competencia.

Pero faltaba un mensaje que paralizó el mundo del deporte. Osaka confirmó que sufre de depresión y ansiedad. Dejando en claro que el éxito no siempre viene acompañado de una sonrisa o alegrías, eso es lo que le pasaba a la tenista que lo tenía guardado desde el 2018.

“Nunca banalizaría con la salud mental o usaría ese término a la ligera. He sufrido largos problemas de depresión desde el US Open de 2018 y me está costando mucho lidiar con ello. Todo el que me conoce sabe que soy introvertida y todo el que me ve en los torneos se habrá dado cuenta de que siempre llevo auriculares, porque me ayuda a lidiar con mi ansiedad social”, declaró Osaka.

En ese US Open 2018, Naomi Osaka, con solo 20 años, se convirtió en la primera persona de Japón, hombre o mujer, en ganar un Grand Slam. Lo hizo nada menos que frente a su ídola, Serena Williams. Sin embargo, ese partido fue muy controversial porque se vio manchado por las discusiones entre la tenista estadounidense y el juez del partido.

El triunfo histórico de Osaka debió ser el que se lleve los reconocimientos. Sin embargo, la gran protagonista fue el vergonzoso incidente protagonizado por Serena Williams. “Gracias por ver el partido”, dijo la nipona aquella vez sin aguantar las lágrimas luego de haber escuchado por varios minutos los abucheos de la grada.

Naomi Osaka también se disculpó con los medios de comunicación, asegurando que la mayoría habían sido buenos con ella. Osaka no quería dañarlos con su comunicado. Explicó que no era una persona que salía hablar con facilidad en público, le generaba ansiedad las entrevistas porque la ponía nerviosa y se estresaba buscando dar la mejor respuesta posible.

Cerca al inicio de su carrera tomó la decisión de alejarse un tiempo de las competencias para luchar con esos sentimientos de vulnerabilidad y ansiedad que reaparecieron en su vida. “Voy a tomarme un tiempo fuera de las pistas y cuando sea el momento, quiero hablar con el circuito para discutir formas de hacer las cosas mejor para los jugadores, la prensa y los aficionados”, dijo la tenista.

La ganadora de 4 Grand Slam (US Open 2018 y 2020, Abierto de Australia 2019 y 2021) viene luchando con su depresión. La noche de Tokio 2020, es ese apoyo que todos los deportistas le vienen brindando para que logre ganar esta difícil batalla que varios deportistas libran en silencio.

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