"La selección es de todos", por Julio Vizcarra

La selección se dio una bocanada de aire fresco pensando en la próxima fecha doble de Eliminatorias. Viajó a Trujillo y Arequipa para enfrentar a Paraguay y Jamaica, respectivamente, en una tanda de amistosos que más allá de los resultados y rivales, sirvió para que el equipo de Ricardo Gareca sintiera de cerca el calor de los hinchas en el interior del país.

En la ciudad norteña la llegada de la selección generó tanta emoción que las 22 mil entradas para ver a la Bicolor en el Mansiche volaron días antes al cotejo, mientras que en la Ciudad Blanca el proceso fue más lento. La expectativa creció a medida que la hora del juego se acercaba debido a la molestia de los arequipeños por tener que resignarse a disfrutar la victoria de su Melgar frente a Alianza en Cusco. Felizmente, al final pesaron más los 21 años sin que Perú juegue en la tierra del sur y, sobre la hora, las 36 mil entradas se agotaron.

La iniciativa de la FPF por descentralizar los juegos de la selección es para aplaudir. El público en Trujillo y Arequipa no solo estuvo a la altura, sino que le dio marco de partido por los puntos a ambos amistosos. Y el aliento fue incesante. Si bien la Blanquirroja disputa los juegos en serio en la capital, que los amistosos se jueguen en provincias podría ser una buena medida pero con ciertos detalles que el técnico debería cuidar.

Del equipo base, Renato Tapia y Paolo Guerrero no estarán contra Bolivia en Lima el próximo jueves 31 de agosto debido a acumulación de amarillas. Por ello, estos cotejos de preparación, en especial el que tuvo a Paraguay como rival, debieron ser ensayos para probar a los reemplazantes del volante y el delantero; sin embargo, ambos fueron titulares y solo el jugador del Feyenoord salió del campo ante Jamaica. En la conferencia posterior del duelo en Arequipa, Gareca aseguró que se sentía tranquilo en ese aspecto. “No tenemos preocupación por las bajas. Con total honestidad, el comando técnico está muy tranquilo respecto de ese tema”, afirmó el ‘Tigre’. Si lo dice el entrenador de la selección, debemos creerle; pero después del 3-1 sobre el combinado de la Concacaf, la sensación que quedó fue que el hecho de jugar en el interior condicionó la alineación titular. Es obvio que una victoria de Perú no es la misma si no están Paolo, Cueva, ‘Oreja’ Flores o Trauco. Puede golear 10-0 pero la gente quiere ver al ‘9’ del Flamengo celebrar. Tanta ilusión despertaba la presencia del atacante en la UNSA que en cada tiro libre, por más lejos que fuera, la gente pedía a gritos que lo ejecutara el ex jugador del Hamburgo.

Un párrafo aparte para Paolo. No solo es el crack que vemos dentro del campo. El capitán de la selección es un líder positivo con un nivel de madurez que suma, une y hace creer. No importa si son las 6 de la mañana del día posterior al partido y cincuenta personas le piden fotos, Guerrero siempre tiene tiempo para ocultar su cansancio y complacer a los hinchas, así como volver a responder a la prensa lo que la noche anterior ya le habían preguntado. El Mundial está tan lejos como Rusia del Perú, pero con un futbolista así nunca se perderá la ilusión