Citigroup superó este martes las previsiones de los analistas para el cuarto trimestre, gracias al crecimiento de su negocio de tarjetas de crédito y a un incremento en los ingresos por intermediación financiera.
Las tarjetas norteamericanas, que representan la mayoría de los ingresos en el área de banca de consumo, siguen siendo un negocio muy positivo para el banco, al registrar un crecimiento de dos dígitos en los ingresos por segunda vez un cuarto de hora. Los ingresos crecieron un 10% con respecto al año anterior.
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Citi se ha apoyado en su sólido negocio de tarjetas para impulsar el crecimiento de los depósitos ofreciendo cuentas corrientes y de ahorros a titulares de tarjetas.
Los ingresos de intermediación aumentaron casi un 31%, ya que los mercados enderezaron su trayectoria durante los últimos tres meses de 2019. Este aumento se vio impulsado por un alza del 49% en renta fija que compensó el descenso del 23% en la renta variable, donde el débil rendimiento de los derivados pesó sobre los resultados.
La utilidad neta atribuible a los accionistas ordinarios aumentó a US$4.980 millones, o US$2,15 por acción, en los tres últimos meses del año, frente a US$1,64 por acción un año antes.
Excluyendo un impacto fiscal extraordinario positivo, el banco ganó US$ 1,90 por acción.
Los ingresos, descontados los gastos por intereses, aumentaron alrededor de 7% hasta los US$18.380 millones.
Los analistas esperaban una ganancia de US$1,84 por acción y unos ingresos de US$17.860 millones, según datos de IBES en Refinitiv.