Weeshing comenzó a operar en el Perú en abril de este año. Francisco Cano, country manager de la compañía en nuestro país, contó a El Comercio cómo funciona esta plataforma de inversión.
¿Cómo nace Weeshing?
Nace como una necesidad que tenían los productores de eventos en Santiago de Chile para poder obtener recursos diferentes a los tradicionales en aras de realizar sus conciertos o eventos. Generalmente, un productor tiene tres fuentes de financiamiento: recursos propios, amigos y familiares y en pocos casos, los bancos. Las tres opciones involucran costos altos y bastante riesgo que tiene que ser compartido por pocos.
En Weeshing, los mismos fans de un artista son los que aportan una inversión mínima, compartiendo así el riesgo con los productores más allá de que le vaya bien o mal al show. El beneficio y lo interesante de este modelo es que el fan, por el hecho de invertir en este evento, tendrá beneficios: entradas VIP, platinum, meet & greet, firma de autógrafos, experiencias con el artista y demás. Todas las condiciones se negocian con el productor.
¿Son un fondo colectivo? ¿Están regulados?
En este momento, por un tema jurídico existente en el Perú, no estamos sometidos a ningún tipo de vigilancia por ningún ente regulador porque no emitimos títulos valores y tampoco negociando con ellos. Trabajamos por medio de mandatos, tanto con el productor como con el inversionista. Esto no nos hace partícipes del mercado financiero como tal.
¿Se consideran un fondo colectivo? Imaginemos que hay un grupo de gente que quiere traer a un artista…
Nosotros no trabajamos con un artista que queremos que venga. Nosotros trabajamos con artistas que ya están confirmados o que ya tienen un contrato. No se trata de hacer una "chanchita", sino de shows que se vayan a realizar entre o no Weeshing al negocio.
Una vez cerrado el mismo, el productor decide el porcentaje de la inversión total que quiere compartir y fijamos cantidades de venta de entradas que van a servir para poder establecer al final del concierto si tuvo ganancias o pérdidas. Es una escala por venta de tickets con topes. El inversionista participa de acuerdo a esta escala, que es alimentada por la ticketera que los vende. La idea es que toda esa negociación se haga antes de la salida del show a la venta.
¿Qué pasa si hubo pérdidas?
Por eso se negocia anticipadamente el límite de pérdida del inversionista que oscila entre el 25% y el 30%. Si la pérdida es mayor, es asumida por el productor. La misma lógica se aplica cuando se gana.
¿No es un riesgo muy grande el que toma el inversionista?
Efectivamente. Es importante que se sepa que es un negocio de riesgo. En el mercado financiero, hay que hacer estudios para saber si invertir o no. En este caso, se puede investigar cómo le fue al artista la última vez, vendió o no vendió, llenó o no llenó. Si es alguien que no ha venido al Perú, por ejemplo, se puede investigar cómo le fue en otro país.
¿Ustedes ya participan en conciertos en nuestro país?
Tenemos un concierto al aire, es el primero. No puedo comentar por temas contractuales de cuál se trata, pero es un evento que se realizará en junio. La venta va muy bien. La idea es que de aquí a final de mes hagamos tres eventos más con diferentes géneros para dar diversidad al negocio.
¿Cuánto es el monto que pide por lo general el productor?
En promedio pide entre el 30% y el 60% del costo total del evento para que se le financie. Para un concierto que cuesta S/200 mil, el productor puede pedir S/100 mil o S/50 mil.
En el concierto que tenemos actualmente, la inversión mínima es de S/1.000, pero los beneficios empiezas a ganarlos a partir de S/3.000 -entradas, meet & greet-.
¿Cuándo llegaron al Perú?
Oficialmente comenzamos operaciones en abril de este año. Desde hace dos trabajamos en Chile, en Argentina desde enero y en México desde mayo.
¿Y Colombia?
No hemos podido entrar por el tema de lavado de activos, el control es un poco más complejo que en los demás países de la región.
El no estar regulados puede generar suspicacias a cualquier inversionista. ¿Cuál es el marco regulatorio al cual se acogen?
Estamos a merced del Indecopi. Nuestro respaldo es que ya hemos ganado en Chile, Argentina y otros países de América Latina varios concursos de fintech y hemos sido acelerados por varias incubadoras.
¿Se consideran una fintech?
Sí, somos una fuente alternativa para el financiamiento de proyectos. Ahora estamos hablando de conciertos, pero este modelo puede ser aplicado a cualquier evento que cuente con tickets como campañas teatrales o eventos deportivos. es la ticketera la que se asegura nuestra operación.
¿Cuál es el margen de ganancia de Weeshing?
Weeshing, como empresa, en promedio levanta un 7% del capital como ingreso operacional. Además, de los 120 eventos que hemos hecho en dos años, se ha registrado una rentabilidad de 8%. La maduración de cada negocio se da en aproximadamente cuatro meses -el tiempo de venta de entradas-. Hemos levantado más de US$4 millones en dos años. La meta es que al final del 2017 cada país en el que operamos genere US$ 1 millón en inversiones.
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