"Todos debemos darle valor al Perú", por Jaime Graña

Cuando reflexioné sobre mi regreso al Perú a fines del 2016, concluí que no solo quería regresar al país para tener éxito profesional, sino que también lo hacía para generarle valor. Pero ¿qué es lo que más valor puede generar al Perú? Concluí que son los valores los que realmente pueden generar valor y progreso. En el último estudio de la Universidad de Duke, que la escuela Fuqua hizo a 1.800 CEO y CFO de empresas mundiales, la gran mayoría confirmó que la cultura era uno de los tres mayores generadores de valor para las empresas.

Y aterricé en estos valores que sugiero tomar y vivir para mejorar: Perú es pasión, Perú es emprendimiento, Perú es respeto, Perú es unidad. No es coincidencia que las primeras letras de estos cuatro valores formen Perú, pues esa es la intención, formar al Perú.

La pasión mueve a todos los peruanos y ha movido a nuestros héroes y precursores desde cuando la piedra era tallada en el incanato. La pasión se aprecia en nuestros chefs que preparan la comida más sabrosa del planeta. Que la pasión por hacer las cosas bien se convierta en nuestra ventaja competitiva. La pasión requiere sacrificios. Sacrificio para reconstruir, reconciliar y avanzar.

¡Pongamos siempre esa actitud apasionada y ganadora en todo lo que hacemos para sacar lo mejor de nosotros! El peruano es un emprendedor nato, no se queda sentado pasivamente. Crea, actúa, tiene iniciativa y no le importa si tiene que vender caramelos en una esquina o desarrollar empresa a nivel de Latinoamérica. Inculquemos el coraje para arriesgar, emprender y crear empleo. Establezcamos los mecanismos simples y los incentivos para crear empresa.

Recompensemos nuestro emprendimiento y creatividad, que serán el éxito del país. Lo que necesita con más urgencia nuestro país es tomar conciencia de la vital importancia que tiene el respeto para nuestro éxito. Después de vivir fuera diez años me ha pegado durísimo ver la total falta de respeto que tenemos hacia los demás y por la ley. El respeto a los demás, el respeto al medio ambiente y a nuestros derechos son las bases para una convivencia productiva y plena.

Aprendamos de una vez que respetar es lo primero. Si respetáramos la ley y a nuestro país, no tendríamos políticos corruptos. Respetando a los demás mejoramos como sociedad y como personas. Y aclaremos que la informalidad es solo poner excusas para faltar a nuestra obligación como ciudadanos, que es la de tributar y contribuir.

Enseñemos que la falta de respeto a la ley trae consecuencias serias. Demandemos rigor y disciplina de nosotros mismos y de los demás. En general, podemos decir que somos un país unido. Uno recorre el país y la palabra ‘Perú’ resuena con orgullo en todo el territorio.

Desarrollemos un nuevo nivel de conciencia que deje claro que dependemos unos de otros, que dependemos de nuestros recursos forestales para respirar y de nuestros recursos hídricos para vivir.

Desarrollemos la ventaja y el poder de estar unidos en todo el país. Que la frase ‘Perú unido’ nos guíe para tomar las decisiones correctas y desinteresadas. Que no solo sea importante en momentos de crisis. ¡Unidos somos capaces de enfrentar cualquier reto y llegar más lejos! Espero que este mensaje se difunda y comparta, y cale hondo en cada peruano y en cada residente extranjero que comparte nuestro suelo.

Ojalá se actúe y no se pierda tiempo debatiéndolo o criticándolo, que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Culmino usando a nuestro favor la poderosa frase de Mahatma Gandhi: sé el cambio que quieres ver en el Perú.

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