¿Cuánto cayeron las acciones de Graña y Montero? - 2
¿Cuánto cayeron las acciones de Graña y Montero? - 2
Elida Vega

La reputación vale. En el 2015, el valor de las acciones de Volkswagen cayó de manera estrepitosa, tras el escándalo ambiental en el que se vio envuelto el gigante alemán. Lo mismo pasó en el 2011 cuando la chilena La Polar fue acusada de renegociar créditos de clientes morosos sin su consentimiento.

Esta vez, le tocó a una empresa peruana ver perder el 40% de su valor en medio de semanas de crisis reputacional: las acciones de Graña y Montero (GyM) se vieron sacudidas por el impacto negativo del pago de coimas por parte de , su socio en varios proyectos.

Las acciones de la fi rma cayeron más de 20%, golpeadas por el caso Odebrecht. (Fuente: Bolsa de Valores de Lima)

Y, a pesar de que la tendencia a la baja de las acciones de GyM empezó a sentirse en noviembre, tras las denuncias por corrupción que involucran a su socio en el Gasoducto Sur Peruano (GSP), el deterioro de su valor se profundizó en los últimos días, convirtiéndose en una verdadera semana negra para el conglomerado.

EN SU DEFENSA
Mario Alvarado, gerente general corporativo del grupo GyM, no solo descarta participación alguna en el pago de coimas, sino que también niega que Odebrecht haya sido su socio principal. “Del 2005 al 2014, período al que se refi ere el Departamento de Justicia de EE.UU., los proyectos desarrollados con Odebrecht representaron menos del 4% del total de las ventas del grupo. En ese mismo período, el 83% de las obras que realizamos fueron para el sector privado”, añade.

En comunicación escrita con Día1, el ejecutivo remarca que desde que Odebrecht llegó al Perú han desarrollado seis proyectos juntos a través de 10 contratos en sociedad. De ellos, cinco figuran en el período investigado, en tanto que en dos la Contraloría ha hallado un presunto perjuicio económico al Estado.

Al respecto, Alvarado refiere que por la forma en la que estuvieron constituidos los consorcios, en donde tuvieron una participación minoritaria, “GyM no tenía injerencia en las decisiones ni en las acciones tomadas fuera del marco de los contratos, siendo Odebrecht la que manejaba los recursos”.

DAÑO REPUTACIONAL
Considerando que el mercado ha empezado a ‘castigarlos’ con la caída del precio de sus acciones, para Flavio Ausejo, profesor de la Escuela de Gestión Pública de la UP, en las próximas semanas, la situación seguirá siendo complicada para GyM.

“Reconstruir la confi anza va a ser difícil porque tienen que evidenciar que no estuvieron involucrados y aunque haya un papel que lo certifique, siempre habrá una ceja que se levante en señal de duda, porque resulta poco creíble que un socio no esté al tanto de lo que hacen los otros miembros de su consorcio”, señala.

Alvarado descarta que un posible riesgo sistémico los afecte, pero también promete cambios. “Está claro que debemos volvernos más exigentes con nuestros procesos y no aceptar participar en un proyecto en forma minoritaria sin tener ninguna capacidad de veto ni capacidad de auditar”, afirma.

Pero el golpe a la acción, mucho mayor a la pérdida potencial de caerse el GSP, muestra que el mercado no está convencido. En un reporte, la casa de bolsa Kallpa deslizó la posibilidad de que el Estado prohíba a GyM participar en nuevas licitaciones. “No existe ninguna posibilidad de que ese escenario se dé”, responde Alvarado.

-Otro socio en la mira El deslinde de San Martín-
El informe de la Contraloría General de la República también ha volcado su mirada sobre el Interceptor Norte, proyecto al que atribuye un perjuicio económico de más de S/12 millones, y en el que Odebrecht se asoció con la empresa local San Martín Contratistas Generales S.A. en el 2004.

Sobre el particular, Alfonso Brazzini, gerente general y director de esta empresa, aclara que aunque no han revisado ni evaluado ninguno de los informes que sustentan lo señalado por Contraloría, sí rechaza toda responsabilidad en cualquier acto que pudiera haber generado un perjuicio para el Estado Peruano.

“En el Consorcio Colectores del Callao, San Martín tuvo una participación mínima menor a 5%. La gerencia y administración del proyecto estuvo a cargo de Odebrecht y nuestro aporte estuvo limitado a brindar asesoría técnica en lo relacionado a movimientos de tierras, nuestra especialidad. Después de ese proyecto, San Martín no volvió a asociarse con Odebrecht”, señala.

Sobre la posibilidad de que San Martín tome alguna acción a nivel legal, el ejecutivo refi ere que en la medida que se vean perjudicados o afectados por cualquier acción de terceros “tomarán las medidas que correspondan y que se consideren pertinentes”.

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