En épocas en las que hablamos de confianza y de la necesidad de estabilidad política, es importante que todos, tanto el sector público como el privado, seamos conscientes de nuestras acciones. Así como la confianza, que demora en ser construida, pero puede desmoronarse en un minuto, la estabilidad política en el Perú es bastante frágil.
Tanto, que más de uno seguramente ha escuchado o comentado que somos merecedores de nuestra propia serie en ‘streaming’. Nuestro primer capítulo del 2024 lo vimos la semana pasada y tuvo como epicentro el Jr. Junín.
MIRA: El principio del fin
La noticia de la posible renuncia de Alex Contreras, titular del MEF, se convirtió en el tema del día del último jueves. Y no fue hasta la tarde de ese mismo jueves que los rumores fueron descartados por el mismo Contreras. La ausencia de un pronunciamiento oficial durante el día generó incertidumbre, y aunque esta no escaló a niveles estratosféricos ni provocó problemas mayores para el país, el rumor nos dio nuestra dosis de intriga y especulación sobre el potencial reemplazo.
Los ‘tweets’ de distintas personalidades del ámbito político, incluidos algunos congresistas que saludaron la supuesta renuncia echaron más leña al fuego. Pero, “papelito manda” (José Portillo dixit), y sin carta de renuncia, no hay dimisión.
Este no es episodio nuevo ni una trama novedosa. De hecho, se trata de una situación que se da cada cierto tiempo y que es parte del quehacer político. Ciertamente, como lo resaltó el ministro Contreras, la presidenta Boluarte puede reunirse con quien desee (haciendo referencia a la visita de Luis Carranza y José Arista a Palacio de Gobierno el último miércoles).
Pero dado que estas reuniones son públicas en el portal de Transparencia, el Gobierno debe estar listo para el escrutinio, las dudas y las preguntas. ¿Por qué no participó Contreras de la reunión? ¿Estuvo enterado? ¿Habrá o no cambios en el Gabinete, más allá de lo sucedido con el MEF? ¿Se están evaluando más perfiles?
En un abrir y cerrar de ojos, dejamos los villancicos y las celebraciones atrás, y le dimos ‘play’ al primer capítulo de los muchos que seguramente nos aguardan en este nuevo año, en el que esperamos vencer la recesión. Para que esto sea así y se ejerza confianza y resiliencia, como resaltaron algunos ejecutivos en nuestra edición pasada, es importante recordar que los cambios son válidos, y si estos se dan, deben venir acompañados de certezas y claridad, pues no nos hacen falta más cuotas de incertidumbre.