El 70% de los jubilados del SPP recibe una pensión mayor a los S/ 415, según indicó la presidenta de la Asociación de AFP. (Foto: GEC)
El 70% de los jubilados del SPP recibe una pensión mayor a los S/ 415, según indicó la presidenta de la Asociación de AFP. (Foto: GEC)
Redacción EC

(Por Enrique Castellanos, profesor de la Universidad del Pacífico). Desde el 2016 al cierre del 2018, el abuso del régimen de jubilación anticipada () y de jubilación anticipada ordinaria (JAO), combinados con la ley que permite el retiro del 95,5%, han sido el principal causante de que se hallan retirado cerca de US$5 mil millones, aproximadamente un 11% del total de los fondos administrados por las .

El Ejecutivo ya está tomando medidas para detener este desangramiento del Sistema Privado de Pensiones (SPP). El pasado diciembre objetó la ley que prorrogaba por tres años el REJA y actualmente viene trabajando en medidas para evitar que los afiliados manipulen el REJA y JAO para disponer de sus fondos antes de tiempo.

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Sin embargo, lo anterior es solo un paliativo que no ataca el problema de fondo: el evidente descontento de los usuarios de las AFP. Desafortunadamente, en este punto nadie está hacienda nada. Tanto los reguladores del sistema como los ejecutivos de las AFP mantienen la gastada estrategia de querer catequizar a la población con las muletillas de siempre en pro del SPP y el ahorro con fines jubilatorios. La educación financiera por sí sola casi nunca funciona, para ser efectiva esta debe complementarse con incentivos económicos reales para los afiliados.

¿Qué hacer? Hay muchas alternativas: abrir el mercado a la competencia de las AFP del exterior, regular la comisiones de administración, crear un régimen de aportaciones con topes máximos, y un largo etcétera. Ninguna de las anteriores será la panacea por sí sola, pero por lo menos le daría nuevos aires a un sistema que –en mi opinión– debe mantenerse.

El punto es que el sistema necesita cambios sustantivos. Hoy por hoy, el SPP está pegado con alfileres. Solo es cuestión de tiempo hasta que algún político oportunista desande todo lo andado. Mateo 13:9: “el que tenga oídos que oiga”.

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