La presente legislatura se está cerrando con algunos dictámenes listos para ser debatidos después de Fiestas Patrias por el pleno. Entre ellos está la norma que busca regular las apps, que funcionan como plataformas de intercambio de servicios de movilidad urbana.
La posible norma ha despertado la alerta de expertos en derecho digital como Miguel Morachino, director de Hiperderecho, quien advierte que el dictamen intenta aplicar sobre las apps marcos legales existentes en los servicios de taxis, los cuales ya han fracasado en su intento de formalización.
Por ejemplo, se propone la creación de un registro de taxis y su empadronamiento como empresas con sede local, nada de lo cual garantiza una solución a los casos de inseguridad.
Morachino añade que los proyectos de ley originales y las primeras versiones del dictamen eran aun más graves pero, pese a las mejoras, los legisladores no terminan de entender este fenómeno tecnológico y podrían obligar a una diversidad de empresas a salir del mercado.
La docena de apps existentes en nuestro país han sido concebidas como intermediarias entre el pasajero y el conductor, por tanto no constituyen una empresa de transporte en sí misma. Y eso es lo que desconoce la norma propuesta, agrega Erick Iriarte, de Iriarte & Asociados.
Las apps, dice, no son ilegales por no tener una norma especial para ellas o no estar en un registro particular. Como empresas proveedoras de servicios tecnológicos, agrega, deben cumplir la legislación vigente en defensa al consumidor, protección de datos personales y tributación, entre otros aspectos. No se necesita convertirlas en otro tipo de empresa para exigirles un buen servicio, dice Iriarte.
La importancia de estas aplicaciones en el entramado de la movilidad urbana es creciente. Solo en Lima, se realizan cuatro millones de viajes al día en taxis, ya sean formales o informales. Las apps estiman que tienen un 30% del mercado y facturan unos S/75 millones al año.
Ya el Banco Interamericano de Desarrollo ha recomendado que lo mejor es adecuar las normas sectoriales a las nuevas formas de operar de las apps, no al revés.
La economía colaborativa, coinciden los expertos, permite el desarrollo de mercados virtuales o puntos de encuentro entre la demanda y la oferta, donde cualquier individuo puede convertirse en un proveedor. La tecnología solo lo facilita y las reglas a este nuevo tipo de empresa deben respetar ese espíritu, recalca Comex.
OTRAS INICIATIVAS: AIRBNB Y LOS HOTELES 
Airbnb es una plataforma que conecta a viajeros con personas que tienen un espacio disponible para compartir en sus casas y quieren un ingreso extra.
Tiene más camas en el mundo que la mayor cadena hotelera. En nuestro país, hay 5.700 anfitriones que reciben 137 mil huéspedes al año y facturaron más de US$9,6 mlls.
Comex informó que en el Congreso hay un proyecto de ley de regulación del hospedaje que afectaría a este negocio.