Redacción EC

Los años de pandemia le enseñaron al mundo que nada puede ser sostenible en el tiempo sin un plan de adaptación al cambio. El sector energético no es la excepción, ni el sistema de transmisión eléctrica, que hoy enfrenta una ralentización de proyectos pese a jugar un rol importante en la transmisión de fuentes renovables.

Es fundamental, ante ello, mirar las nuevas tecnologías y la digitalización de procesos como aliadas que permiten un uso más eficiente de la energía, y poder así optimizar y potenciar las líneas de conexión ya existentes en el Perú. Hoy, los desarrollos de proyectos de transmisión pueden tomar hasta 7 años, dependiendo de sus características y complejidad, lo cual es un tiempo muy largo.

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El futuro de la transmisión es alentador, pero es necesario mantener sistemas confiables, seguros y de mucha tecnología. En la industria se usan, por ejemplo, equipos FACTS (dispositivos que se instalan en las líneas de transmisión para realizar el control de la potencia activa y/o de la corriente que fluye por la misma) que son sumamente importantes porque permiten dar mayor flexibilidad al sistema actual y aumentar de manera significativa la capacidad de líneas actuales, controlando de manera inteligente los flujos de potencia que se distribuyen a través de la red; además de ser de rápida implementación.

La digitalización, sin duda, se ha convertido en un aliado importante en la trasmisión energética; no obstante, es complementaria al desarrollo del sistema de transmisión tradicional (líneas de transmisión y subestaciones), dado que es una solución solo de corto y mediano plazo.

Es necesario también que todo esto se encuentre enmarcado por una regulación actualizada, que comprenda la necesidad de la transmisión y se encuentre armonizada con el contexto nacional.

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Es importante, de igual forma, abordar de manera adecuada la relación del sector con las comunidades, comunicando los beneficios de esta industria y cómo funciona a favor de aquellos que aún no cuentan con acceso fluido a la energía eléctrica.

La industria debe integrar a las comunidades en un gran plan estratégico para los próximos 50 años, y así definir una visión del sistema eléctrico a futuro. Si no tenemos una perspectiva común con objetivos alineados será difícil crear la red de acceso abierto a la que apuntamos. Para esto es fundamental incluir a todos los actores en las decisiones importantes, incluir al sector privado, las comunidades y, por supuesto, tener reglas de funcionamiento claras.

No hay que olvidar que el rol que cumple la transmisión en el sistema eléctrico es fundamental, sin esta no podemos lograr que la generación compita y funcione de manera eficiente para que los consumidores tengan seguridad del servicio, esto es lo primero que hay que tener claro.



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