¿Eres una persona de alto rendimiento o un trabajólico?
¿Eres una persona de alto rendimiento o un trabajólico?
Redacción EC

Algunas personas trabajan de manera obsesiva, constantemente ocupadas, hasta el punto de sentirse mal si pasan un rato de ocio, como si su eficiencia laboral solo se pudiera medir en relación directa con el tiempo invertido: más horas, más producción.

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Esta manera de abordar el suele compararse a una adicción y a las personas que la sufren se le dice trabajólicos (workaholic, en inglés).

El hecho de trabajar mucho puede hacerle objeto de elogios y ascensos, pero también puede afectar su salud y su vida familiar. ¿Cómo puede saber cuándo debe parar?

Existen diferencias sutiles entre ser una persona de alto rendimiento y una adicta al trabajo. Si el tiempo libre hace que usted sienta ansiedad o si nunca se siente satisfecho con su trabajo, es posible que solo esté trabajando demasiado.

Una persona adicta al trabajo necesita reafirmación externa constante. (Foto: Getty Images)

Influyentes empresarios han opinado recientemente sobre cómo identificar si usted es una y cómo dejar de serla. Jullien Gordon, socio fundador de la firma de consultoría New Higher, y Joel Peterson, presidente de la aerolínea JetBlue, escribieron al respeto.

TRABAJAR VS. ESTAR OCUPADO
"El alto rendimiento y la adicción al trabajo parecen iguales por fuera. Ambas cosas aparentan ser trabajo arduo. La gran diferencia es cómo se siente el individuo en su interior con respecto a quién es en relación con su trabajo", escribe Gordon en su publicación High Performers vs Workaholics (Personas de alto rendimiento vs. trabajólicos).

En primer lugar, existe una diferencia entre dedicarse al trabajo y estar ocupado. "El objetivo número uno de una persona adicta al trabajo es estar ocupada", escribe Gordon. "Los trabajólicos llenan cualquier espacio de tiempo con labores que ocupan porque se sienten inseguros sin hacer nada. La inseguridad proviene de no conocer su valor intrínseco. Creen que mientras más ocupados estén, más importantes deben ser".

Las personas de alto rendimiento saben cuándo han tenido éxito en una tarea o proyecto. Por otra parte, las adictas al trabajo no saben cuándo deben parar, explica Gordon. "Una persona adicta al trabajo no sabe qué es suficiente", escribe. "No soy lo bastante bueno. Esto no es suficiente… no saben qué significa realmente el éxito para ellas".

Gordon escribe que mientras las personas de alto rendimiento conocen su valor propio, los adictos al trabajo se basan continuamente en señales externas de validación. "Esperan las evaluaciones externas, como las revisiones anuales o semestrales, realizadas por otras personas para entender su buen o mal desempeño".

Por último, pero no menos importante, Gordon afirma que los adictos al trabajo no pueden diferenciar entre lo que está o no bajo su control. "Una persona de alto desempeño se centra en su esfuerzo: aportes y producción", dice. Esto es muy diferente de alguien que se centra únicamente en los resultados y sus ingresos. "Su deseo de compararse con otros las lleva a juzgarse a sí mismas utilizando parámetros comunes de éxito que no siempre se correlacionan directamente con el esfuerzo".

¿SABE SI ES TRABAJÓLICO?
A veces, el desafío más grande de ser una persona adicta al trabajo es que simplemente no se sabe que es una de ellas. Joel Peterson indica algunas señales en su publicación 10 Signs You’re Working Too Hard and How to Stop ("10 señales de que está trabajando demasiado y cómo parar").

"Un editor del diario Sun-Times, de Chicago, dijo una vez que no podía tomarse un descanso. Temía que el lugar se viniera abajo sin él, y le aterraba que no fuera así", escribe Peterson. "Si piensa que el universo depende de usted, entonces sufrirá mucho . Contrate personas que hagan un trabajo mejor de lo que usted lo haría y luego celebre sus éxitos, apártese de su camino y recargue energía regularmente".

¿Otra señal? "Su frase favorita es 'tiene correo'", escribe Peterson. "El correo electrónico… es una espada de dos filos. Si usted es una persona disciplinada, le permite ahorrar tiempo. Pero si no controla el uso del mismo, se transforma en una interrupción constante, un recordatorio molesto de todo aquello a lo que le cuesta responder. Así que desactive su correo electrónico", aconseja.

Si siempre se le hace tarde, esto también podría ser una advertencia para que reduzca el ritmo. "Haga el compromiso de que va a llegar cinco minutos antes de cada reunión y de cada evento... Esto rara vez reducirá la calidad de su razonamiento o de su trabajo y, por lo general, le ayudará a replantear sus prioridades y a centrarse en sus responsabilidades y resultados". De esa manera, puede tomar el descanso mental que necesita.

Otra indicación -que es molesta- de que usted es un trabajólico es que: "Usted es imposible de complacer. La comida no es lo suficientemente buena, el hotel no es lo suficientemente cómodo, sus ingresos no son lo suficientemente altos", escribe Peterson. Pero existe una solución. "Reflexione y cambie su forma de pensar. Uno de mis mantras es: 'Tengo todo lo que necesito'".

Peterson también señala que la mayoría de las personas adictas al trabajo viven en el pasado o en el futuro. "Usted recuerda el pasado, contando historias de glorias pasadas. O usted espera el futuro, siendo incapaz de vivir realmente hasta haber alcanzado un determinado objetivo. Ambas son señales de que está viviendo fuera del presente, un hábito que solo crea más estrés".

Aprender a comprometerse con el presente es tan valioso como mirar hacia adelante.

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