Un informe elaborado por Manpower a fines del 2020 arrojó que en el país la escasez de empleo afecta al 75% de los jóvenes. Los empleadores de Perú registran entre 53% y 55% de dificultad para hallar profesionales con las habilidades necesarias. Por ello, se deduce que hay una brecha entre las habilidades que desarrollan los estudiantes de carreras superiores, universitarias o técnicas, y lo que piden los empleadores.
Por otro lado, muchos jóvenes consideran que la falta de experiencia es la principal razón por la que no los contratan. Desde hace un tiempo, empresas peruanas vienen aplicando la ‘formación profesional dual’, metodología de origen alemán que prepara a los jóvenes con habilidades y formación específicas según las necesidades del mercado a obtener experiencia laboral al momento de graduarse.
¿Cómo funciona? Los estudiantes combinan desde el segundo año de carrera sus estudios teóricos y prácticos de manera simultánea. Es decir, el estudiante a la vez que estudia en la institución educativa trabaja como aprendiz en una empresa real —a la que llaman ‘empresa formadora’—, siempre guiado por un tutor de la misma empresa, y con un formato de aprendizaje estructurado en conjunto con el centro educativo.
El aprendiz recibe un sueldo básico legal en proporción a las horas de trabajo y a la vez estudia. Este beneficio muchas veces es una ayuda económica para el pago de los propios estudios o de sus gastos. Esto les permite egresar con años de experiencia laboral, dependiendo de la duración de la carrera, con lo que la tasa de empleabilidad de los egresados es más alta.
Según la experiencia del Instituto Peruano de Logística Aplicada (Inlog) que viene aplicando hace cuatro años este programa, la posibilidad que seas contratado en la Empresa Formadora una vez que egreses es del 80%. El centro educativo trabaja con alrededor de 50 empresas tales como Ransa, Yamaha, Nestlé, Falabella, Austral Group, Perufarma, entre otras.
EN LA PRÁCTICA
Consultamos con dos empresas de logística Unimar y Fargoline para que nos comenten sobre sus experiencias en torno a este programa. Rocío Flores, jefe de Gestión y Desarrollo Humano de Unimar comentó que tienen un convenio con INLOG desde hace tres años, por el cual un alumno desarrolla sus actividades tres días a la semana en la empresa y los otros dos días recibe clases en el instituto.
“Esta situación fomenta la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos y genera un beneficio doble: a los aprendices los ayuda a ver ‘en la cancha’ situaciones que no suelen ser vistas en las aulas; y a las empresas nos permite desarrollar capacidades de gestionar conocimiento, enseñar y moldear sus aprendizajes, adaptándolos a nuestras prácticas en la empresa”, acotó.
En el caso de Unimar, una de las características más importantes son las ganas de aprender. Porque si bien llegan con conocimientos previos, la práctica y el trabajo diario es la principal fuente de aprendizaje. También valoran el orden, la capacidad de análisis y el dominio de Excel. Y habilidades más acordes al sector logístico como servicio al cliente, adaptabilidad, comunicación y solución de problemas.
Para Flores, la ventaja de contar con aprendices de Formación Profesional Dual es que identificas en ellos su potencial y lo vas guiando y moldeando hacia los objetivos. “El nivel de compromiso e identificación que se logra hace que deseen continuar aprendiendo y creciendo, disminuyendo la rotación. El reto para la empresa está en invertir en formarlos y dar mucha retroalimentación sobre sus avances”, sostuvo.
Agregó que es posible que los estudiantes puedan seguir una línea de carrera dentro de la empresa, y las ganas de aprender y curiosidad natural añadido a sus habilidades digitales, son claves para conseguir este objetivo.
Mientras que Pablo Atalaya, analista de RR.HH. de Fargoline (empresa de Ferreycorp), resaltó que el convenio ha logrado elevar la competitividad en el área de Operaciones, ya que los alumnos seleccionados forman parte de un programa llamado Trainee de Operaciones, en el que pasan por diferentes áreas de la organización. Está dirigido a alumnos que deseen aportar conocimientos en las áreas de exportaciones, importación y almacén. Hasta el momento han tenido 10 alumnos.
“En nuestro Programa de Trainee de Operaciones los aprendices desde el primer día de labores se encuentran en planilla con todos los beneficios corporativos. Al culminar el programa, de acuerdo con su desempeño y pasión por la operación, son destacados a una posición fija para que asuman un rol dentro de la compañía y siga creciendo dentro de Fargoline”, refirió.
Atalaya reconoce que los chicos de la generación Z son más dinámicos y valoran bastante las oportunidades de crecimiento.
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