Los precios del cobre repuntaron el viernes, pero iban camino de anotar su mayor caída semanal desde junio debido a las preocupaciones sobre la demanda en China, el principal consumidor, el retiro de los estímulos de la Reserva Federal (Fed) y el aumento de las infecciones por COVID-19.
A las 10:00 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía un 0,6% a US$ 8.944 la tonelada tras caer el jueves a US$ 8.894, mínimo desde el 1 de abril. Los precios del metal bajaron más de 6% en lo que va de la semana.
“Los factores negativos no han desaparecido, pero la pregunta es si se han descontado completamente o si hay más por hacer”, dijo un operador. “En cuanto al posicionamiento, parece que la mayoría de las posiciones largas se han reducido o invertido en posiciones cortas”.
China representa alrededor de la mitad del consumo mundial de metales industriales. Los datos económicos muestran que el crecimiento en el país se ha desacelerado en los últimos meses.
“Los números macro de China han sido un lastre desde hace un tiempo”, dijo Edward Meir, analista de ED&F Man Capital Markets. “El dólar más fuerte y la propagación de la variante Delta son aspectos negativos adicionales”.
Las expectativas de que la Fed pronto comenzará a endurecer la política monetaria han impulsado al dólar, encareciendo las materias primas para los tenedores de otras monedas.
Las preocupaciones sobre la actividad económica y la demanda en todo el mundo están aumentando junto con un aumento en los casos de coronavirus en todo el mundo causado por la variante Delta.