Los precios del cobre repuntaban el martes cuando los inversores renovaron su juerga de compras, con la esperanza de que las restricciones de oferta y la pujante demanda empujen al mercado a nuevos máximos.
A las 10:00 (GMT), el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía 1,4% a US$ 10.525 la tonelada tras una sesión volátil en la víspera, cuando tocó un máximo histórico antes de retroceder y cerrar en números rojos.
El cobre de la LME registró un techo récord de US$ 10.747,50 el lunes, habiendo ganado casi un 40% en lo que va del año.
“La demanda física en China todavía es bastante saludable. También hay escasez en el suministro de concentrado de cobre, hay una serie de problemas en Chile y también hay escasez de ácido sulfúrico”, dijo Xiao Fu, jefe de estrategia de mercado de materias primas del Bank of China International en Londres.
Muchos inversores se muestran optimistas sobre un nuevo “superciclo” impulsado por las crecientes perspectivas de demanda de los sectores de vehículos eléctricos y energía renovable y a medida que la economía mundial se recupera de las consecuencias de la pandemia de COVID-19.
El contrato de cobre de junio en la Bolsa de Futuros de Shanghái cerró con una pérdida de 1% a US$ 11.819,23 (76.000 yuanes) la tonelada, recuperándose de la disminución inicial de 2,5%.
“Con estos niveles de precios tan elevados, algunas personas quieren obtener ganancias y otras aún quieren perseguir precios más altos. Por lo tanto, estas dos fuerzas hacen que los precios sean más volátiles”, agregó Fu.
Otro apoyo a los mercados de metales fue un dólar más débil, que se mantenía cerca de mínimos de dos meses y medio, lo que abarataba a las materias primas para los tenedores de otras divisas.