Magdalena potencia su crecimiento por límite con San Isidro
Magdalena potencia su crecimiento por límite con San Isidro
María Rosa Villalobos

es uno de los distritos limeños en los que todavía se puede caminar y encontrar casas antiguas o casonas. Su desarrollo ha sido progresivo y bastante más lento en comparación con , cuyo cambio urbanístico se ha contagiado a las zonas limítrofes con Magdalena, en las que ya se observan edificios tanto residenciales (multifamiliares) como de oficinas.

El paso del crecimiento horizontal al vertical es posible, asegura José Jaeger, gerente general de la inmobiliaria Grupo Sol, debido a que la zonificación municipal permite la construcción de edificios de ocho pisos en diversas calles y de más de 15 pisos en avenidas. 

Parte del crecimiento potencial se ubica frente a la Av. Brasil, que incorporara inmuebles de hasta veinte pisos. “Esto genera un desarrollo cosmopolita [de Magdalena], lo que no significa que deje de lado su casco histórico cultural”, agrega Liliana Oviedo, jefa de ventas del Grupo Inmobiliario Aurora. 

—Partida en dos—
Parte del proceso de modernización del distrito significa recibir a nuevos vecinos.  
Esta migración de personas parte al mercado inmobiliario en dos: Magdalena vieja –pegada a San Miguel– y Magdalena nueva –que colinda con las avenidas Javier Prado y Juan de Aliaga–. Para Jaeger, mientras que la primera atrae a ejecutivos jóvenes del NSEC con dos hijos provenientes de distritos periféricos como Los Olivos, San Martín de Porres o Comas, la segunda está orientada a familias del segmento B.  

Además, existe mucha variedad de oferta en el metraje de viviendas, que oscila entre 40 m2 y 80 m2, explica Oviedo. 

“Un dato curioso es que el límite con San Isidro no está claramente definido. Este vacío ha permitido que Magdalena cuente con edificios más altos y económicos”, agrega Eduardo González-Prada, gerente de producto de Urbania. El ejecutivo afirma que esto es un factor que convierte al trapecio entre las avenidas Sánchez Carrión (Pershing), Salaverry, Del Ejército y el jirón Bolívar –hasta la Av. Brasil– en una de las zonas más caras del distrito. 

—Lo que queda por resolver—
Entre los problemas que enfrenta Magdalena, está la posible saturación de la red de agua y alcantarillado, lo que afectaría los proyectos inmobiliarios futuros, resalta Jaeger. 

Por otro lado, Oviedo sugiere que se podría permitir la construcción de edificios con mayor altura. Considera que el desarrollo de más centros comerciales sería algo positivo para Magdalena. “La zona aledaña a la playa tiene aún mucho potencial. Debería concretarse la construcción de un centro de convenciones donde se desarrolla Mistura”, agrega Jaeger.

Además de la avenida Brasil, se espera que la avenida Sucre incremente su potencial en los próximos años, pues existen proyectos como el Cuartel San Martín que impulsarían esta zona. 

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