Los precios del cobre se encaminaban el viernes hacia su mayor caída semanal desde octubre, ya que la perspectiva de un endurecimiento de los bancos centrales reducía el apetito de los inversores por los activos de riesgo, lo que afectaba a las acciones e impulsando el dólar.
Las principales bolsas europeas bajaban de nuevo y las acciones chinas cerraron en mínimos de 16 meses, mientras que el dólar tocaba su máximo desde junio de 2020 frente a una cesta de seis destacadas monedas, encareciendo los metales para los compradores no estadounidenses.
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A las 12:01 GMT, el cobre referencial en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 1,9% a US$ 9.598 la tonelada, acumulando un declive en torno al 3,5% en la semana.
Los precios alcanzaron un máximo histórico de US$ 10.747,50 en mayo, pero se estancaron al surgir la preocupación por la fortaleza del crecimiento económico, sobre todo en el principal consumidor, China.
La debilidad de los precios podría durar hasta la festividad del Año Nuevo chino, que se celebra la semana que viene y suele ser un momento de baja demanda, dijo Ole Hansen, analista de Saxo Bank.
Sin embargo, añadió que las perspectivas a largo plazo siguen siendo positivas, ya que la transición mundial de los combustibles fósiles a la electrificación con uso intensivo de cobre podría impulsar la demanda.
El aluminio de la LME bajaba un 0,2% a US$ 3.094 la tonelada, pero acumulaba un alza del 2% en la semana, lo que supone su cuarta subida semanal consecutiva, acercándose al máximo de 13 años alcanzado en octubre a US$ 3.229.
En otros metales básicos, el zinc en la LME bajaba un 0,6% a US$ 3.608,50; el níquel restaba un 0,6% a US$ 22.270; el plomo cedía un 0,7%, a US$ 2.297; y el estaño perdía un 0,9% a US$ 41.540.
Con información de Reuters.